Un Carney en 'modo despedida' iniciará la aproximación del BoE al BCE y a la Fed

Las elecciones en Reino Unido dejan al gobernador del Banco de Inglaterra sin reemplazo

Noemí Jansana
Bolsamania | 07 nov, 2019 06:00 - Actualizado: 12:26
mark carney boe

Si octubre fue el mes de la despedida de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo (BCE), la reunión del mes de noviembre del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) marca el final del camino para Mark Carney como gobernador de la institución. O debería. Su reemplazo se ha quedado en un limbo legislativo tras la disolución del Parlamento y el inicio de la campaña electoral en Reino Unido. Este hecho es uno de los que centra la atención en un 'súper jueves' del BoE en el que los expertos auguran que se sume al carro de la flexibilización monetaria.

Las anómalas condiciones de Carney, que algunas fuentes creen que prolongará su mandato hasta enero, son un reflejo más de la situación excepcional que vive el país, que acude a las urnas el 12 de diciembre por segunda vez en poco más de dos años. La prórroga del Brexit concedida por Bruselas y el avance electoral alejan la presión sobre el banco central para que tome ningún tipo de decisión este mes, pero los analistas se debaten entre quienes esperan que el regulador británico empiece a apuntar a bajadas de tipos en lugar de a subidas y quienes apuestan porque mantenga su sesgo 'hawkish'.

Los economistas de Rabobank prevén que 'La Vieja Dama' siga los pasos del BCE y la Reserva Federal (Fed) para hacer frente a la ralentización del crecimiento y a la tozudez de la inflación, que se mantiene por debajo del objetivo del 2%, concretamente en el 1,7%. Esto marca la diferencia con 2018, cuando los precios superaron la media del banco central, lo que le obligó a incrementar los tipos. En cambio, ahora, "la incertidumbre del Brexit y la ralentización global han lastrado fuertemente a Reino Unido en 2019", destacan los expertos. Otra de las consecuencias que subrayan los analistas es la caída de la inversión, cuya mella "se ha comenzado a vislumbrar en el mercado laboral".

Estos males se arrastrarán en 2020, comentan en la entidad holandesa a pesar de que "se haya evitado la amenaza inmediata de un Brexit sin acuerdo". El país se encamina hacia elecciones y el Tratado de Retirada de Johnson ofrece un amplio abanico de posibilidades y futuras relaciones comerciales con los socios comunitarios, "incluso que no haya un acuerdo", inciden, por lo que defienden que el banco central "recortará los tipos dos veces en 2020".

Pero este cambio de sesgo no pasará de la noche a la mañana, por lo que esperan, junto a otros analistas consultados, que el BoE pierda sus alas de halcón paulatinamente, empezando por la reunión de este jueves. Además en noviembre, el banco central publica el nuevo "Informe de Política Monetaria" que marcará un cambio notable respecto al antiguo "Informe de Inflación". Entre las principales diferencias, el análisis del BoE de las perspectivas económicas se presentará al inicio del informe en lugar de al final; el análisis de las condiciones económicas actuales se reducirá a una sola sección (cuatro anteriormente); y se introducirá una nueva sección llamada "Bajo el Foco" que describirá los problemas clave que se han presentado en las proyecciones económicas actualizadas.

"Queda por ver si este último paso en la evolución del BoE de su enfoque en las comunicaciones de políticas marca una diferencia positiva", comentan los expertos de Berenberg. Exacerbadas por los miedos del Brexit, las propias encuestas del Banco de Inglaterra "informan que una proporción récord de hogares no tiene idea de hacia dónde se dirigen las tasas de interés en los próximos 12 meses", agregan.

Para estos analistas, el banco central, no se moverá un ápice de su política actual y reiterará la orientación de la reunión de septiembre de que "en caso de una mayor claridad de que la economía está en camino hacia un Brexit sin problemas, y asumiendo cierta recuperación en el crecimiento global (...) el Comité de Política Monetaria juzga que el aumento de las tasas de interés, en un ritmo gradual y, en cierta medida, sería apropiado para devolver la inflación de manera sostenible al objetivo del 2%".

Si Johnson gana las elecciones y se produce un Brexit ordenado el 31 de enero, "prevemos que el Banco de Inglaterra aumente los tipos en el tercer trimestre de 2020, para acometer otra subida en 2021, de un 0,25% cada vez", afirman los expertos de la entidad alemana. Eso llevaría la tasa bancaria al 1,25% para fines de 2020. Por supuesto, "si las elecciones arrojan un Parlamento sin Mayorías, el BoE cambiaría su sesgo rápidamente y, probablemente, permanecería sin cambios en el futuro cercano", concluyen.

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