El objetivo reside en abordar un sistema fiscal que refleje dónde se produce el valor añadido
La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ha remarcado que el Gobierno apoya que se establezca un impuesto a determinados servicios digitales a nivel global o europeo, pero ha señalado que el Ejecutivo no descarta implantarla de forma unilateral en España si no se alcanza un acuerdo en esos ámbitos.
En declaraciones a los medios tras la inauguración de DigitalES Summit 2019, Calviño ha incidido en que dado que el fenómeno de las grandes plataformas digitales es algo mundial, lo "ideal" es que se llegue a un acuerdo a nivel global o, en su defecto, a nivel europeo. Sin embargo, ha remarcado que si no es así, habrá que actuar "a nivel nacional".
"El Gobierno no descarta actuar y abordar la implantación de esa tasa sobre determinados servicios digitales, pero ello no es incompatible con que sigamos apoyando e impulsando el que se logre un acuerdo en el ámbito europeo o el ámbito mundial", ha incidido.
En este sentido, la ministra de Economía y Empresa ha remarcado que el Gobierno de España tiene una participación "muy activa" en los temas relacionados con la modernización de la fiscalidad para adaptarla a la realidad del siglo XXI en todas las reuniones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y del G20.
Calviño ha remarcado que uno de los principales retos que plantea la revolución digital y sobre todo la creación de las nuevas grandes plataformas mundiales es cómo abordar un sistema fiscal que refleje adecuadamente dónde se produce el valor añadido, que hasta ahora estaba donde se producían los bienes y hoy en día también deriva de los datos que generan los ciudadanos.
El documento aprobado la semana pasada por el Comité Ejecutivo del PSOE, y trasladado a Unidas Podemos en la negociaciones de cara a la investidura de Pedro Sánchez como presidente, remite la cuestión de la creación de este impuesto a la Unión Europea (UE), comprometiéndose a "promover la creación de la denominada 'tasa Google' en el ámbito europeo".
El pasado mes de marzo, los países de la UE renunciaron a la creación de un impuesto europeo que grave la actividad de las multinacionales digitales, a pesar de que la mayoría de socios comunitarios --entre ellos Francia, España, Alemania e Italia-- eran favorables a la tasa, que contaba, sin embargo, con la oposición frontal de Suecia, Dinamarca, Irlanda y Finlandia.
De hecho, Francia anunció la pasada semana que impondrá finalmente un impuesto a los gigantes digitales, conocido como 'Tasa GAFA' en referencia a Google, Apple, Facebook y Amazon, por el que gravará con un 3% de la cifra de negocio generada en territorio francés por grandes compañías de servicios digitales.