Recorta al 4% su previsión de crecimiento y eleva la de inflación al 6,3%
Menos crecimiento y más inflación por la guerra en Ucrania. Eso es lo que prevé la Comisión Europea (CE), que ha recortado hasta el 4% desde el 5,6% su previsión para el PIB español en 2022, al mismo tiempo que ha elevado su estimación de inflación hasta el 6,3% desde el anterior 2,8% pronosticado en febrero.
La previsión de crecimiento del 4% implica que España liderará el crecimiento en la Unión Europea, solo por detrás de Irlanda, Malta y Portugal. Para 2023, Bruselas ha recortado su previsión de PIB hasta el 3,4% desde el 4,4%.
En otras previsiones destacadas, la CE espera que la tasa de paro caiga hasta el 13,4% en 2022 y hasta el 13% el próximo año, mientras el déficit público bajará hasta el -4,9% este año y hasta el 4,4% el siguiente.
Estas estimaciones se sitúan cerca de las publicadas recientemente por el Gobierno español, que prevé un crecimiento del 4,3% en 2022 y del 3,5% en 2023; y las del Banco de España (4,5% de PIB y 7,5% de inflación).
Para el conjunto de la zona euro, la Comisión ha anticipado un crecimiento del 2,7% en 2022 y del 2,3% en 2023 (frente al 4% y el 2,8% previo), con una inflación que se elevará hasta el 6,8% en el presente ejercicio (anteriormente 3,5%), pero que caerá hasta el 3,2% en 2023.
“Las perspectivas de la economía de la UE antes del estallido de la guerra eran de una expansión prolongada y robusta. Pero la invasión rusa de Ucrania ha planteado nuevos desafíos, justo cuando la Unión se había recuperado de los impactos económicos de la pandemia”, ha explicado la CE en su resumen ejecutivo.
“Al ejercer más presiones alcistas sobre los precios de las materias primas, provocando nuevas interrupciones en el suministro y aumentando la incertidumbre, la guerra está exacerbando los factores adversos preexistentes para el crecimiento, que anteriormente se esperaba que disminuyeran. Esto ha llevado a la Comisión Europea a revisar a la baja las perspectivas de crecimiento de la UE y al alza las de inflación”, ha añadido.
El principal golpe para las economías mundial y de la UE proviene de los precios de las materias primas energéticas. Aunque ya habían aumentado sustancialmente antes de la guerra, desde los bajos niveles registrados durante la pandemia, la incertidumbre sobre las cadenas de suministro ha presionado los precios al alza, al tiempo que aumenta su volatilidad. Esto es cierto para los alimentos y otros bienes y servicios básicos, ya que el poder adquisitivo de los hogares está disminuyendo, ha comentado la CE.
"Las interrupciones en la logística y la cadena de suministro inducidas por la guerra, así como el aumento de los costes de insumos para una amplia gama de materias primas, se suman a las perturbaciones en el comercio mundial causadas por las drásticas medidas de contención de Covid-19 que aún se aplican en partes de China, lo que pesa sobre la producción", ha concluido.