Von der Leyen ha dicho que la Comisión debe estudiar "en profundidad" esta medida
La Unión Europea ha dado a conocer las últimas medidas comunitarias para hacer frente a la crisis energética que atraviesa el Viejo Continente: compras conjuntas de gas, un cambio de la referencia utilizada para fijación del precio del gas natural licuado (GNL) y establecer un "límite dinámico" para el mercado TTF. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha sido la encargada de presentar unas propuestas en las que brilla por su ausencia el tope a los precios del gas solicitado por un número cada vez más amplio de Estados miembros.
El paquete de medidas de la Unión también ofrece herramientas para que los socios comunitarios tengan la posibilidad utilizar hasta 40.000 millones de euros de los Fondos de Cohesión del período 2014-2020 para mitigar los precios de la energía. La idea de la Comisión es que los Estados miembros puedan destinar un máximo del 10% de los fondos adjudicados para estos menesteres. En el caso de España, por ejemplo, que tenía asignados 42.000 millones de estos fondos regionales, podrá utilizar hasta 4.200 millones para amortiguar la escalada de precios de la energía.
Por otra parte, para impulsar la liquidez en los mercados energéticos, la Comisión propondrá aumentar el umbral de compensación para las contrapartes no financieras a 4.000 millones de euros y ampliar la lista de activos elegibles que podrían utilizarse como garantía durante un año.
Este paquete de medidas se debatirá en el Consejo Europeo que tendrá lugar entre el 20 y 21 de octubre y tendrán que recibir el visto bueno de los líderes de los Veintisiete.
Con todo, el meollo de la situación sigue estando en el mercado del gas. Von der Leyen ha señalado que el club comunitario debe prepararse “para posibles interrupciones adicionales y sentar una base sólida” de cara al año 2023, al tiempo que ha celebrado que las reservas de gas del conjunto de la Unión se sitúen en el 92%.
En este sentido, ha señalado que los países tendrán que comprar conjuntamente el 15% del volumen necesario para alcanzar el objetivo de la UE de llenar los depósitos de gas al 90% antes del 1 de noviembre de 2023. Los países se encargarían de movilizar a sus empresas para que participen en esta compra conjunta, que no contempla la adquisición de gas ruso. “Sabemos que somos fuertes cuando actuamos juntos. Por ello, es lógico que, en lugar de competir, las empresas energéticas aprovechen su poder de compra conjunto”, ha indicado la mandataria germana.
Von der Leyen también ha subrayado la “inestabilidad extrema” del índice TTF, que ya no refleja “la situación real” del mercado del gas en la UE. Por ello, pide a los gobiernos nacionales que establezca límites máximos y mínimos en el principal mercado de referencia para el principal mercado de gas en el Viejo Continente, mientras desarrolla un nuevo índice de referencia para el GNL que le permita templar las subidas de precio y limitar la especulación.
Sin embargo, las propuestas comunitarias distan mucho de aplacar las peticiones de los Estados miembros, que sienten que Bruselas hace oídos sordos a una demanda cada vez más clamorosa entre los Veintisiete: imponer un tope a los precios del gas como es el utilizado en la llamada ‘excepción ibérica’ que se aplica desde hace meses en España y Portugal.
“Este modelo ha reducido los precios de la electricidad en España y Portugal. Creemos que merece ser considerado para su introducción a nivel de la UE y ahora mismo estamos estudiando los datos disponibles para encontrar respuestas a una o dos cuestiones que aún están abiertas”, ha señalado Von der Leyen, no sin antes matizar que esta medida debe“ser estudiada en profundidad y ver cómo podemos hacerla operativa a nivel de la UE”.
Algunos países, entre ellos España, no han tardado en mostrar su decepción. “Aunque se avanza, estamos lejos de poder identificar las soluciones que puedan mantenerse a lo largo del tiempo”, ha criticado la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, quien cree que el paquete de medidas queda “muy por debajo de las expectativas que había suscitado el discurso de Von der Leyen”. “Apuntan la necesidad. Pero de nuevo, falta concreción”, ha añadido.
Cabe recordar que, en las últimas semanas, más de 15 países de la UE, entre ellos Italia, Polonia o Bélgica han pedido al Ejecutivo comunitario que se limite el precio del gas en toda la Unión en una misiva dirigida a la presidenta de la Comisión. En el lado contrario, Alemania y Países Bajos, entre otros, consideran que esa medida dificultará la capacidad de adquirir el gas.