Los británicos pagarán un 80% más por la luz y el gas a partir de octubre
El regulador energético de Reino Unido, Ofgem, ha anunciado este viernes la subida
La factura de la luz y del gas subirá en Reino Unido a partir de octubre. Así lo ha anunciado este viernes el regulador británico, Ofgem, que ha elevado el límite del precio de la energía en un 80%, de forma que el recibo medio será de 3.549 libras anuales. Esta decisión añade aún más presión al Gobierno para que anuncie más ayudas a los hogares de cara al invierno.
El nuevo tope, que sube desde el límite actual de 1.971 libras anuales, estará en vigor desde el 1 de octubre hasta finales de año, tras lo cual se espera que siga aumentando tal y como lo ha venido haciendo desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania, que ha provocado una de las peores crisis energéticas de las últimas décadas. De hecho, cuando empiece a funcionar el nuevo tope el precio de la electricidad será un 178% más elevado en comparación con el límite de 1.277 libras de marzo de este año.
El tope de precios limita la tarifa estándar que los proveedores de energía pueden facturar a los clientes domésticos por su factura combinada de electricidad y gas en Inglaterra, Escocia y Gales, pero es recalculado por Ofgem a lo largo del año para reflejar los precios del mercado mayorista y otros costes del sector. Este tope no se aplica en Irlanda del Norte, donde los proveedores pueden aumentar los precios en cualquier momento tras obtener la aprobación de un regulador diferente.
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La medida afectará a unos 24 millones de hogares en Reino Unido, cerca del 85% de la población, mientras que los 4,5 millones de hogares con planes de prepago se enfrentan a un aumento de 2.017 libras a 3.608 libras.
Se trata de un nuevo golpe para los consumidores, que ya enfrentan una escalada de los precios incontrolada. De hecho, en la última lectura de la inflación, la correspondiente al mes de julio, el dato escaló hasta el 10,1%, la cota más alta desde 1982, debido precisamente a los elevados precios de la energía. Los hogares se enfrentan a una situación cada vez más complicada, sobre todo porque ya se habla de la posibilidad de un invierno duro si siguen los problemas de suministro energético por parte de Rusia, y además algunos expertos apuntan que para enero la inflación alcanzará el 18%.
Ante esta situación, Ofgem podría seguir subiendo los precios. El regulador ha dicho que no dará previsiones para el próximo cambio de límite de precios en enero porque el mercado sigue siendo "demasiado volátil", pero ha advertido que los precios "podrían empeorar significativamente hasta 2023". En cualquier caso, Ofgem ha indicado que recalculará el límite cada tres meses en lugar de cada seis para reflejar la actual volatilidad del mercado.
Jonathan Brearley, director general de Ofgem, ha sido claro: "Somos conscientes del enorme impacto que tendrá este aumento del límite de precios en los hogares de toda Gran Bretaña y de las difíciles decisiones que tendrán que tomar ahora los consumidores. Hablo regularmente con los clientes y sé que la noticia de hoy será muy preocupante para muchos".
Brearley ha afirmado que la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la reducción del suministro de gas a Europa han impulsado la subida de los precios del gas, y eso ha dejado a Ofgem "sin otra opción" que reflejar los aumentos de costes en el límite de precios. Aunque ha sido claro sobre lo que se le viene encima a aquel que salga elegido como nuevo primer ministro en sustitución de Boris Johnson (la carrera se la disputan Liz Truss y Rishi Sunak): "El paquete de ayudas del Gobierno está sirviendo de ayuda en este momento, pero está claro que el nuevo primer ministro tendrá que actuar más para hacer frente al impacto de las subidas de precios que se producirán en octubre y el año que viene".
Es más, en una entrevista con la BBC el responsable de Ofgem ha dicho que el nuevo 'premier' deberá actuar con "urgencia y decisión" para hacer frente a la situación. Y es que es muy probable que muchos consumidores tengan problemas para pagar las facturas.
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UN SHOCK QUE VOLVERÁ LA VIDA "MÁS MISERABLE"
Sophie Lund-Yates, analista principal de renta variable de Hargreaves Lansdown, ha comentado que este cambio en el tope de los precios de la energía "será un shock cuando se asimile la realidad de estas cifras". "Es probable que provoque un mayor enfriamiento de la demanda de artículos discrecionales, y un aumento de las personas que tienen dificultades para comprar incluso lo básico", comenta esta experta, que cree que ahora Truss y Sunak "se verán sometidos a una fuerte presión para hacer algo al respecto". Tal y como dice, "tanto si se trata de recortes fiscales como de ayudas de emergencia, la realidad es que la crisis energética y sus efectos no desaparecerán hasta que se controlen las fuerzas externas".
Su colega Sarah Coles, analista senior de finanzas personales en la firma británica, ha comentado algo similar. Cree que cuando el nuevo tope entre en vigor "millones de personas tendrán dificultades para pagar las facturas". La primera de las ayudas universales aprobadas por el Gobierno ante la elevada inflación entrará en vigor ese mismo mes, en octubre, pero la experta cree que "la magnitud de la subida significa que un aumento de 400 libras es una gota en el océano".
"La vida en el Reino Unido está a punto de volverse aún más miserable para los consumidores, y no hay manera de que la inflación vaya a ninguna parte", comenta por su parte Naeem Aslam, analista jefe de mercado de AvaTrade. La decisión de Ofgem, dice, "va a sacar más dinero de los bolsillos de los consumidores, y esto significa menos renta disponible y posiblemente el peor momento para muchos en décadas". Además, cree que "el PIB del Reino Unido se va a ver aún más afectado ahora".
Y el alcalde de Londres, Sadiq Khan, también se ha pronunciado y ha sido muy claro: "Sin el apoyo del Gobierno, algunos londinenses no solo se verán obligados a elegir entre la calefacción o la comida, sino que podrían tener dificultades para hacer cualquiera de las dos cosas". Por eso ha reclamado al nuevo primer ministro que actúe para evitar que esta crisis del coste de la vida "se convierta en un desastre nacional".
