No solo el Brexit: Alemania se perfila como otro gran problema para Europa

"Los buenos tiempos no durarán para siempre". Esa es una de las advertencias que han lanzado los analistas de Berenberg tras conocer la última estimación del Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania. La mayor economía europea creció un 1,5% en 2018, su tasa de expansión más débil desde 2013 y un reflejo de desaceleración, ya que el año anterior cerró con un avance del 2,2%. "Alemania sigue disfrutando de su década dorada, que comenzó en 2010", y aunque "por el momento la tendencia sigue siendo sólida", no conviene confiarse, remarcan desde la casa de análisis germana.

"Alemania parece estar a punto de perder su ventaja como una de las economías avanzadas de mayor rendimiento del mundo", remarca Berenberg, que dice que el país está sufriendo una "lenta erosión" de su posición dominante y que la cosa podría ir a peor si los riesgos externos como la guerra comercial o el Brexit no se desvanecen. "Durante los próximos meses debemos prepararnos para un invierno muy gris", aseguran los analistas de esta casa, que no obstante creen que la primavera podría marcar el inicio de la recuperación del país.

Todo dependerá de los datos que se vayan conociendo. Y es que el mal desempeño de la economía alemana se debe, en gran parte, a la caída que han sufrido las exportaciones como consecuencia de la guerra comercial desatada por EEUU. Se ha abierto así la puerta a la entrada en recesión técnica, de la que de momento parece haberse librado el país, aunque los temores siguen aún a flor de piel ante los malos datos de producción industrial y exportaciones conocidos en las últimas semanas.

¿SE HA LIBRADO DE LA RECESIÓN?

Pese a la fuerte desaceleración del crecimiento que ha confirmado la Oficina Federal de Estadística alemana (Destatis), parece que la "ligera recuperación" del PIB observada al final del año es la que habría ayudado a evitar la entrada en recesión. De hecho, los analistas consideran que Alemana se ha librado gracias al crecimiento del cuarto trimestre, un dato que no se conocerá hasta mediados de febrero.

"La economía alemana parece haber evitado una temida recesión técnica en el segundo semestre de 2018", señalan los expertos de Oxford Economics en un informe, en el que se hacen eco de la preocupación que se ha extendido sobre la debilidad germana. No obstante, también recuerdan que aunque a priori todo apunta a que el país ha evitado el peor escenario, no hay que olvidar que la lectura del PIB de 2018 "no da una respuesta concluyente" a si Alemania se ha librado o no de la recesión.

Antes de lanzar las campanas al vuelo, dice la firma británica, hay que ver cómo se comportan otros medidores en los próximos meses. El buen comportamiento del consumo privado ha sido clave para evitar la caída, y también ha influido el buen estado de salud del mercado laboral, que "seguirá siendo fuerte" en el futuro, según Oxford Economics. Todo ello, unido a una situación presupuestaria más que positiva, hace pensar que Alemania será capaz de "suavizar cualquier posible ralentización cíclica", aunque dependerá de cómo responda la economía a los riesgos externos.

Sobre esta situación también ha hablado Phanteon Macroeconomics. "Nuestra mejor suposición es que Alemania ha evitado por poco una recesión en 2018", dicen sus expertos en un comentario, en el que recuerdan que lo que no se puede obviar es que la economía germana "perdió impulso el año pasado" y que seguirá ralentizándose en 2019. De hecho, su previsión de crecimiento del PIB alemán para este ejercicio se sitúa en el 1,3%.

Y Bank of America Merrill Lynch también se ha expresado en términos similares. "La demanda interna ha actuado como amortiguador contra una desaceleración, pero la lista de riesgos aún es larga", asegura la entidad estadounidense. Se refiere a las incógnitas que aún mantienen "nerviosos" a los mercados, como los riesgos políticos de la zona euro y el Brexit. Además, la industria del automóvil, muy fuerte en Alemania, está atravesando muchos cambios, y "la espada de Damocles de los aranceles estadounidenses todavía puede caer". A ello hay que añadir la desaceleración en China, que podría afectar a la demanda del país asiático a Alemania, muy importante para la economía germana desde hace tiempo.