"Ofrecen una señal muy positiva a otros nichos de deuda europea", según Monex Europe
Entre los esfuerzos de la Unión Europea (UE) para sostener a sus estados miembros ante el shock económico de la pandemia, que se materializaron en julio en un paquete de 750.000 millones de euros entre transferencias y préstamos, destaca la emisión de bonos de la UE que convertirán al bloque comunitario en un actor muy importante en este mercado a cinco años vista. El objetivo es poner en circulación 900.000 millones de euros en deuda común de aquí a 2026, activos que recibirán la más alta calificación crediticia y que acabarán siendo un 'safe haven' a la par de EEUU o Japón.
La creación de un mercado de deuda conjunta permitirá a las economías europeas con un débil perfil crediticio respaldar su endeudamiento con el aval europeo, reduciendo críticamente sus costos de financiamiento. La iniciativa convierte a 'los Veintisiete' en prestamista de última instancia de sus estados miembros, generando un precedente significativo para el mercado de deuda europea. "Bajo este esquema, Europa se convierte en una plaza de inversiones seguras o activos refugio, similar a los bonos respaldados por el Tesoro norteamericano o el gobierno nipón", explican los expertos de Monex Europe.
"Considerando que el mercado de deuda comunitaria sería relativamente pequeño comparado con esos grandes emisores, los bonos europeos podrían disfrutar de una demanda competitiva resultante de la recomposición de carteras de inversión internacionales", añaden estos expertos. El atractivo de este instrumento "podría favorecer la apreciación del euro en un contexto de bajos retornos relativos de activos extranjeros con similar nivel de riesgo", añaden.
No obstante, dado que gran parte de los flujos de capital captados por el naciente mercado podrían originarse dentro de la propia Eurozona (provenientes del BCE, Alemania y/o inversores privados europeos), "el impacto alcista sobre el euro podría ser limitado", comentan. En cualquier caso, "la iniciativa supranacional ofrece una señal muy positiva a otros nichos de deuda europea de cara a los mercados internacionales, al elevar la fortaleza institucional del bloque económico a un nivel sin precedentes", argumentan estos economistas.
Por el momento, "el rendimiento de las primeras emisiones ha demostrado que los inversores reconocen el potencial de la deuda de la UE", subraya Julian Le Beron, analista de Allianz Global Investors, quien también cree que la deuda comunitaria "podría desempeñar un papel importante como refugio". No obstante, "este rol aumentará junto con el tamaño de la emisión. Es un proceso que lleva tiempo", puntualiza.
En este sentido, el experto cree que a medio plazo esta deuda podría convertirse en un competidor de los bonos del estado, especialmente del Bund alemán ya que "reducirá la prima de escasez implícita en los bonos germanos". En cambio, el efecto causado es la compresión de los intereses de la deuda pública a niveles mínimos históricos", apuntan desde Monex Europe. Esto, "no solo allana el camino de la recuperación económica, sino que mitiga la disparidad de la crisis entre sectores y estados miembros". Así, economías grandes como Italia y España, que fueron severamente afectadas por la pandemia y que presentaban un frágil perfil crediticio, aprovechan condiciones de financiamiento inmejorables para su recuperación.
A largo plazo, Le Beron prevé que estas emisiones puedan acabar siendo un 'eurobono' de pleno derecho, pero será cuando la UE pueda desarrollar su propia política fiscal, con su propio presupuesto y una política de redistribución dentro de la zona del euro. Es decir, "cuando la unión monetaria se haga más profunda, compartiendo recursos para sectores estratégicos como la tecnología, la investigación, la atención de la salud, la inmigración y la defensa", agrega. "El 'eurobono' de la UE será el elemento final para eliminar la fragmentación de la zona euro", asegura el gestor de AllianzGlobal Investors.