El aumento se debe a la subida de la cotización internacional de la materia prima y de los fletes
El precio máximo de la bombona de butano de 12,5 kilogramos aumentará un 4,89% a partir de este martes, hasta los 13,30 euros, sumando así su segunda subida consecutiva y acumulando un encarecimiento del 10% desde el pasado mes de septiembre.
Este incremento se debe a la subida de la cotización internacional de la materia prima (+16,85%), así como de los fletes (+36,17%), según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
La revisión bimestral del precio se calcula en función del coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, del coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar. Por otra parte, dicha revisión del precio, al alza o a la baja, está limitada al 5%, acumulándose el exceso o defecto de precio para su aplicación en posteriores revisiones.
De hecho, de no existir el límite de precios sin impuestos de esa subida o bajada del 5%, la botella se habría encarecido un 6,25%, según señalaron las mismas fuentes.
Esta subida se suma a la de casi el 4,9% de noviembre, que se registró después de las revisiones a la baja que se produjeron en los meses anteriores, después de que se suspendieran las revisiones bimensuales que resultaran en subidas del precio, de acuerdo a la decisión del Gobierno de no aplicar estos incrementos para mitigar el impacto económico del Covid-19.
A pesar de este incremento, el precio de la botella está por debajo del precio marcado antes del inicio del estado de alarma en marzo, ya que en enero de 2020 su precio estaba fijado en 13,37 euros.
El precio máximo de venta de la bombona de butano se revisa bimestralmente el tercer martes de los meses impares. Este nuevo precio de la bombona de butano estará vigente durante dos meses, hasta el tercer martes del próximo mes de marzo, cuando se examinará de nuevo.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
Actualmente se consumen 68 millones de envases de GLP de distintas capacidades, de los cuales 53 millones se encuentran sujetos al precio máximo regulado (el 78%). Se trata de un combustible en retroceso, ya que desde 2009 a 2018 el consumo total de GLP envasado ha descendido un 20%.