La entidad estadounidense mejora el dato de 2020 pero empeora el de 2021
La economía de la zona euro ha recibido este viernes un importante espaldarazo de parte de Bank of America (BofA). La entidad estadounidense ha mejorado su previsión sobre el Producto Interior Bruto (PIB) de la Eurozona, de forma que ahora cree que la economía solo caerá un 7,3% este año. No obstante, ha empeorado sus pronósticos sobre el desempeño en 2021.
En un informe titulado 'Bienvenido a la realidad', el banco asegura que el próximo año el PIB de la zona euro crecerá un 3,8%. Es decir, ha recortado su estimación en 50 puntos básicos, mientras que en el caso de 2020 la ha elevado en 60 puntos básicos.
"Estamos ahora por encima del consenso para este año (-8,1%) pero, lo que es más importante, muy por debajo del 2021 (5,7%)", dicen los analistas de la entidad estadounidense, que justifican esta decisión en que piensan que "la balanza de riesgos sigue estando firmemente inclinada a la baja, el recuento del virus es preocupante y el calendario de eventos demasiado lleno para que haya un tranquilo segundo semestre" este año.
A su juicio, está claro que en la región del euro "el impulso de la recuperación se está desvaneciendo rápidamente", y de ahí sus previsiones.
Asimismo, habla de sus pronósticos para la inflación, que estiman en el 0,7% este año y en el 0,5% en 2021. "La inflación no se ve por ninguna parte", y por eso Bank of America espera "más del Banco Central Europeo (BCE)", que se reúne la semana que viene y que podría seguir los pasos de la Reserva Federal en lo que se refiere a la inflación.
Los analistas de BofA creen que "las 'palomas' del BCE dominarán la semana que viene, dada la presión de las divisas, la inflación de agosto y la Fed", aunque creen que "la acción no llegará hasta diciembre". En opinión del banco, cabe esperar "otra extensión del PEPP (Programa de Compras de Emergencia para Pandemias) en diciembre, de unos 500.000 millones de euros más, y que se prolongue hasta finales de 2021".
"Orientar a más en diciembre, y los juegos de palabras sin compromiso en torno a los recortes de los tipos y la simetría de los objetivos de inflación es probablemente lo más en términos de acción que deberíamos esperar", concluye.