"Los catalanes se piensan dos veces la ruptura ante el regreso de la buena vida", afirman
Los partidarios de la independencia de Cataluña han caído en los últimos años hasta el 35%, desde el pico que la secesión alcanzó en 2013, del 49%. Estos datos, que recoge el portal de noticias de 'Bloomberg' en su edición Europea, sirven al medio estadounidense para detallar los motivos por los que la ruptura entre la comunidad autónoma y el Estado ha perdido apoyos. Fundamentalmente, explican, la recuperación económica en España y el “retorno de la buena vida”.
Bloomberg señala como, a pesar de las diferencias de lengua y tradiciones, la idea de la independencia no ganó tracción hasta que la crisis económica -y la corrupción que ha destapado- dañó seriamente las finanzas catalanas y minó la confianza en el Estado español. Señala que las cifras récord de apoyo a la ruptura coincidieron también con el pico de la recesión económica, hace cuatro años, cuando la economía del país se contraía por tercer año consecutivo y el desempleo alcazaba el 26%.
Las cifras récord de apoyo a la ruptura coincidieron también con el pico de la recesión económica
Pero, según señala, la buena salud que exhibe España ahora, con el paro cayendo hasta el 17% y la economía expandiéndose al 3%, aleja las ansias secesionistas hasta un mínimo de cinco años, en el 35%. En este contexto, los inversores también dejan de lado la posibilidad de ruptura y se palpa una profunda división en el sector empresarial, relata el medio.
Explica 'Bloomberg' que entre las compañías, hay quienes se enmarcan en la línea dura del Govern, que apoyan las leyes de desconexión, como la Hacienda propia. Incluso participarían en jornadas de huelga general para apoyar la independencia. Otros, en cambio, se quedan al margen de las propuestas del Ejecutivo de Carles Puigdemont y no confían en una administración catalana.
Sin embargo, 'Bloomberg' se remonta al conflicto latente desde la Guerra Civil para señalar que “la fricción entre Cataluña y Madrid puede ser permanente y hay zonas de Cataluña donde el apoyo a la independencia es mayoritario”. Pero puntualiza que “el éxito de la España moderna puede mantener al país unido y la economía avanzando, a pesar de las diferencias”.