Cree que la actuación del BCE está reducida al encontrarse ya al "límite de los tipos efectivos"
El Banco de España (BdE) ha sido el último en sumarse a la ola de advertencias sobre las dificultades que pueden tener los bancos centrales para enfrentar futuras crisis por las políticas de relajación monetaria que planean acometer. El gobernador Pablo Hernández de Cos ha pedido a Mario Draghi y los suyos que piensen bien sus próximos pasos porque, si los tipos siguen igual que ahora o bajan aún más, eso reducirá el poder de actuación de la política monetaria ante una posible recesión que ya se vislumbra.
El gobernador del BdE, en su discurso de clausura de los cursos de verano de La Granda, ha hablado de la respuesta que debe dar la política económica europea al escenario de menor crecimiento e inflación, y ha hecho especial hincapié en los bancos centrales. En concreto, ha analizado lo que ha hecho hasta ahora el Banco Central Europeo (BCE) y ha valorado las próximas medidas que puede adoptar para ayudar a la economía de la zona euro, que es "especialmente sensible al devenir del comercio internacional y está directamente expuesta a la incertidumbre que genera el Brexit".
Hernández de Cos recomienda al BCE que haga "una reflexión sobre la estrategia de la política monetaria en el medio plazo", tanto en lo que respecta a la inflación, que está lejos del objetivo del 2%, como al resto de medidas que se pueden adoptar, para elegir las más adecuadas en el contexto actual. Ya se habla de una bajada de los tipos de interés en la reunión que celebrará el organismo el próximo 12 de septiembre, decisión que podría dificultar el poder de racción y obligar a buscar otras alternativas porque su actuación está reducida al encontrarse ya al "límite de los tipos efectivos". Como ha dicho el gobernador, "en la medida en que los tipos de interés se mantengan más tiempo en niveles cercanos a su límite inferior efectivo, los bancos centrales tendrán menos espacio para recortar tipos en respuesta a futuras crisis y deberán recurrir con mayor frecuencia a medidas menos convencionales de ampliación de sus balances".
Es decir, el Banco de España cree que si el BCE baja los tipos para dar impulso a la economía ante las alarmas de recesión, cuando esta llegue de verdad le será más difícil enfrentarla, por lo que deberá pensar en otras medidas. Una línea que ya defienden algunos miembros del propio banco central y, de lo que también ha alertado BlackRock, que dice precisamente que si Draghi y Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), siguen por este camino, no tendrán espacio espacio para responder con la política monetaria.
Además, Herández de Cos también ha sugerido que el Banco Central Europeo haga como la Fed, que está llevando a cabo una profunda revisión de su marco de actuación, para discutir las posibles alternativas que hay sobre la mesa para afrontar los retos actuales. "Soy de la opinión de que el BCE también debería iniciar una reflexión similar, que incluya, entre otros factores, una clarificación de nuestro objetivo cuantitativo de estabilidad de precios, para alinearlo a las definiciones puntuales de otros bancos centrales de países desarrollados, que facilite la comunicación y el anclaje de las expectativas", ha destacado el gobernador.
Asimismo, Hernández de Cos ha señalado también que la mayor laxitud del organismo que dirige Mario Draghi, permanencia de tipos de interés bajos incluida, puede tener efectos sobre la estabilidad financiera y la rentabilidad de los bancos a los que, dice, sería recomendable hacer un seguimiento.
"Si bien las estimaciones sugieren que hasta el momento los efectos positivos, en términos de mayor actividad económica y mejora de la calidad crediticia, compensan los efectos adversos sobre los márgenes de intermediación bancaria, es necesario llevar a cabo un seguimiento continuo de esta cuestión", ya que solo así se podrá "determinar si son necesarias medidas que mitiguen los efectos adversos de los tipos bajos sobre la capacidad de intermediación del sistema bancario", ha defendido.
OTRAS SUGERENCIAS DEL BdE
Y Hernández de Cos ha hecho otra serie de sugerencias para que la Unión Europea salga airosa del "complejo panorama económico" al que se enfrenta por la desaceleración del crecimiento y del comercio mundial, fruto esto último de la guerra EEUU-China y de la incertidumbre del Brexit. Por ejemplo, ha señalado que es "esencial" que se implante un "instrumento de estabilización fiscal en la zona euro" para acabar con los problemas que genera el hecho de que la política fiscal se decida en cada país, mientras que la monetaria se diseña en base al conjunto de la zona del euro.
El principal problema de esta situación es que "con carácter general, el diseño de la política fiscal no ha sido adecuado" porque ha habido países donde se han aprobado presupuestos expansivos en países con elevada deuda y déficit que "hubiesen aconsejado esfuerzo de consolidación fiscal". "El saneamiento de las cuentas públicas en estos países resulta prioritario si se quiere contar plenamente con la política fiscal como instrumento nacional de estabilización macroeconómica ante un eventual escenario más adverso", ha destacado el gobernador, que también ha abogado por hacer una "profunda revisión" de los mecanismos de coordinación fiscal (Pacto de Estabilidad y Crecimiento) porque "la complejidad que han ido adquiriendo es excesiva, lo que dificulta la transparencia en su aplicación, ejecución y cumplimiento".
Además, Hernández de Cos sugiere que, ante este escenario adverso, los países que tienen más espacio fiscal "podrían proporcionar un mayor estímulo presupuestario a sus economías", porque se han visto particularmente afectados por la reciente desaceleración y por su fuerte exposición a los flujos comerciales internacionales. Se refiere a Alemania, donde ya se ha empezado a hablar de la posibilidad de abandonar la política de equilibrio presupuestario, conocida como 'cero negro', para enfrentar la recesión que vaticinan todos los datos macro que se han ido conociendo.
El BdE aconseja, asimismo, un mayor gasto público para poder hacer frente a retos como la transformación digital, la transición energética, el envejecimiento de la población y, en definitiva, la adaptación del tejido productivo al entorno más complejo y exigente. También considera "urgente" garantizar la "estabilidad del sistema financiero interno" a través de la política macroprudencial. En este sentido, el organismo español aboga por adoptar medidas en este ámbito en cuando se perciban "riesgos para la estabilidad financiera" y para "generar colchones que se puedan utilizar ante situaciones más adversas". También insiste en "completar cuanto antes la Unión Bancaria y crear un mercado único de capitales".