Los encuestados anticipan una reducción de un cuarto de punto en la reunión del próximo jueves
El Banco Central Europeo (BCE) recortará las tasas de interés más rápidamente de lo previsto por el mercado para intentar revitalizar una economía afectada por un crecimiento débil y una inflación moderada, según muestra una encuesta realizada por 'Bloomberg'.
Los encuestados anticipan una reducción de un cuarto de punto en la próxima reunión de política monetaria del jueves que viene, con nuevos recortes previstos en cada encuentro hasta junio, lo que llevaría la tasa de depósito al 2%. Anteriormente, se esperaba que ese nivel no se alcanzara hasta dentro de un año.
Con los pronósticos de expansión económica y precios al consumidor ajustados a la baja, la mayoría de los analistas prevé que los costes de los préstamos serán lo suficientemente bajos a finales de 2025 como para impulsar el crecimiento. Antes, se pensaba que las tasas se mantendrían neutrales en los próximos años.
Este cambio refleja los problemas emergentes en la economía de la eurozona, donde el sector de servicios se ha sumado a los fabricantes, ya golpeados por la crisis, en una contracción. La incertidumbre está afectando tanto a empresas como a consumidores, mientras los riesgos globales aumentan. La inestabilidad política en Alemania y Francia, sumada a los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, está generando nerviosismo en los mercados.
Aunque algunos funcionarios, como François Villeroy de Galhau y Mario Centeno, han mostrado apertura a un recorte más grande, la mayoría de los responsables de la política monetaria, incluidos algunos de los más "moderados", siguen favoreciendo un enfoque gradual con recortes de un cuarto de punto.
La mayoría de los economistas coincide en que no hay urgencia para un recorte de 50 puntos básicos en este momento. Sin embargo, los analistas señalan que podría haber un cambio en la redacción de la política oficial del BCE, la cual actualmente mantiene que las tasas se mantendrán "suficientemente restrictivas mientras sea necesario".
Una mayoría de los encuestados por 'Bloomberg' espera que la BCE recorte sus previsiones de crecimiento económico para 2025 y disminuya sus pronósticos de inflación para este año y el siguiente. Se considera que las políticas de EEUU y las tensiones geopolíticas son las mayores amenazas para la economía de la eurozona en el futuro cercano.
El desafío principal para el BCE será garantizar que haya apoyo monetario adecuado para contrarrestar los riesgos de recesión, sin perder el control de la inflación a largo plazo, en medio de la incertidumbre sobre las políticas comerciales de EEUU y el impacto de los aranceles de Trump.