Andrea Enria pide que reconsideren también sus programas de recompra de acciones
El Banco Central Europeo (BCE) ha cuestionado el reparto de dividendos de los bancos europeos, a los que ha solicitado que “recalculen” sus planes ante el riesgo de una recesión económica impulsada por la guerra de Ucrania y la alta inflación.
Nueve meses después de levantar el veto a la distribución del dividendo vigente entre marzo de 2020 y septiembre de 2021, ha sido el presidente del Consejo de Supervisión, Andrea Enria, el que ha pedido a los bancos que modifiquen sus programas de retribución al accionista o las recompras de acciones.
Concretamente, el italiano ha señalado que "propondremos que se pida a los bancos que vuelvan a calcular sus trayectorias de capital en un escenario más adverso, que incluya también potencialmente un embargo de gas o un escenario de recesión, y que lo utilicen también para examinar sus planes de distribución en el futuro".
Recientemente se ha sabido que Alemania ha elevado su nivel de alerta por el suministro del gas y Gazprom ha anunciado que recortará un 40% el suministro de gas al país centroeuropeo “por razones técnicas”. Alemania cree que no se retomará el flujo de gas cuando terminen estas labores de mantenimiento.
La propuesta anunciada por Enria será debatida por el Consejo de Supervisión del BCE la próxima semana, según ha explicado este a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento.
Si bien es cierto que una subida gradual de los tipos de interés, como propone el BCE, beneficiaría en general a los bancos, el italiano ha advertido que el riesgo de una subida más brusca existe. De producirse dicho cambio en la forma de proceder del banco central, esta afectaría a los clientes, especialmente en el caso de un elevado apalancamiento.
"El entorno actual, sin embargo, está marcado por una mayor volatilidad y una menor valoración de las acciones, ya que los mercados anticipan que la rentabilidad y la calidad de los activos de los bancos pueden verse afectadas por una evolución macroeconómica adversa", ha añadido.