El mercado deberá esperar hasta abril para conocer los detalles de las nuevas refinanciaciones
El Banco Central Europeo (BCE) encara su segunda reunión de 2019 en un contexto de deterioro de las perspectivas económicas de la zona euro y de caída de las expectativas de inflación. Los mercados escudriñarán el cónclave de marzo, en el que el supervisor monetario también actualiza sus proyecciones económicas, y esperan que su presidente, Mario Draghi, cumpla con la promesa de enero de entrar en el fondo de las causas de la desaceleración. Por último, los expertos consultados esperan algún tipo de anuncio sobre sus programas de liquidez bancaria.
Casi todas las firmas de inversión pronostican que la entidad rebaje sus previsiones de crecimiento e inflación de 2019, mientras persisten los “riesgos a la baja” y la “elevada incertidumbre”, señalan desde Oxford Economics. En concreto, la firma de análisis británica precisa que la proyección del PIB caerá hasta el 1,4, desde el 1,7% de diciembre, mientras que prevé la inflación al 1,3%, desde el 1,6% anterior.
Así, “se han aumentado las expectativas de que el banco central provea un análisis más preciso sobre el impacto de la desaceleración en las perspectivas a medio plazo de la zona euro y la probabilidad de un repunte en la segunda mitad del año”, subraya Franck Dixmier, director global de renta fija en Allianz Global Investors. “También será interesante observar el análisis del BCE sobre las causas de esta desaceleración: ¿son específicas de ciertos sectores o países europeos, o están más generalmente vinculadas a la incertidumbre global?”, agrega.
Justifican sus aseveraciones estas firmas porque la mayoría de los datos macro han disminuido en las últimas seis semanas, especialmente la lectura de la inflación subyacente del mes de febrero, que cayó al 1%. Sin embargo, “el progreso en las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China y el menor riesgo de un Brexit duro sugieren que la incertidumbre podría comenzar a aclararse pronto”, apuntan los analistas de Berenberg. Destaca también la firma germana la “continua fortaleza doméstica”, que podría llevar al banco central a considerar que estemos en un contexto de “modesta corrección de mitad de ciclo”.
Sin embargo, llaman a evitar la complacencia porque la situación podría empeorar fácilmente. “Un divorcio entre Londres y Bruselas sin acuerdo aún no está completamente descartado y es factible una escalada entre EEUU y la Unión Europea (UE) por los aranceles a la importación de automóviles, “lo que causaría otro retroceso al sentimiento y la actividad”, advierten.
NUEVA TLTRO, PERO SIN DETALLES
La mayoría de los expertos cree también que Draghi comunicará la decisión sobre una nueva ronda de operaciones de refinanciación, pero sin dar más detalles. “En un momento de debilidad económica, no creemos que el BCE desee endurecer las condiciones para los bancos”, explican desde Barclays, por lo que apuestan porque el supervisor prolongue las llamadas TLTRO (del inglés Targeted Longer-Term Refinancing Operations).
Los aproximadamente 380.000 millones de euros en operaciones de financiación a largo plazo, préstamos baratos que el BCE otorgó a los bancos, vencerán en junio de 2020. Y aunque el regulador no parecía tener prisa por discutir un posible nuevo plan de liquidez en enero, las declaraciones recientes de Benoit Coeuré y Peter Praet, ambos miembros de la Junta Ejecutiva del banco central, “son una señal de que es probable que se produzcan nuevos avances”, apunta Dixmier.
Sin un nuevo programa de liquidez en marcha, los reembolsos de TLTRO en 2020 tendrían un impacto negativo en el balance del BCE y conducirían a un ajuste significativo de las condiciones monetarias. “Por lo tanto, creemos que el BCE anunciará el lanzamiento de un nuevo programa, mientras espera hasta una reunión futura para explicar los detalles técnicos”, agrega. Probablemente en abril, según Rabobank. Indica el banco holandés que “la asignación se producirá en junio”.
A la contra se hallan los expertos de Danske Bank. Opinan que aún es pronto para que el supervisor económico dé algún detalle. Prevén que el banco central esperará a contar con más referencias macroeconómicas este año y no descartan que una extensión del TLTRO “pueda anunciarse más adelante”.
En cuanto a los tipos de interés, ni uno sólo de los analistas encuestados espera cambios en la orientación a los mercados del banco central. Es pronto para que el regulador monetario mueva una coma de su declaración en este sentido, ya que lleva meses garantizando que no habrá ni un aumento de tasas antes de septiembre de 2019. No obstante, el mercado se ha ido posicionando para que el inicio del abandono de los tipos negativos no llegue, como pronto, hasta 2020.
“Cualquier modificación de su guía a futuro en estos momentos se interpretará como una reacción exagerada a la ralentización”, expresan desde Oxford Economics, que tampoco esperan novedades sobre la política de reinversiones de la pantagruélica cartera de activos que obra en posesión del banco después de finalizar el diciembre su programa de compra de bono. Habrá que esperar a la segunda mitad del año.