El riesgo independentista y la turismofobia que se ha desatado en la ciudad proyectan sombras sobre su candidatura
Barcelona competirá con otras 18 ciudades por albergar la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) que será relocalizada de Londres tras el 'Brexit', entre ellas Ámsterdam, Milán, Viena y Bratislava, algunas de otras candidaturas que parten como favoritas junto con la ciudad condal. El 20 de noviembre se sabrá el nombre de la ciudad ganadora.
También competirá con Atenas, Bonn, Bruselas, Bucarest, Copenhague, Dublín, Helsinki, Lille, Oporto, Sofía, Estocolmo, Malta, Varsovia y Zagreb, según la lista oficial de candidatas publicada por el Consejo tras concluir la pasada medianoche el plazo para presentarlas.
La Agencia Europea de Medicamentos se encarga de la evaluación científica, la supervisión y la vigilancia farmacológica en la UE y es esencial para el funcionamiento del mercado único de los medicamentos en la UE. Hasta ahora la única ciudad que ya ha destinado un emplazamiento físico para la futura sede del lobby farmacéutico es la capital catalana, se trata de la Torre Glòries, de 33 metros cuadrados, además de parking y auditorio se destinarían íntegramente a acoger las instalaciones del regulador del sector farmacéutico. Actualmente en propiedad de Merlin Properties, que la adquirió a inicios de año por 142 millones de euros, la socimi ha negociado con el Ayuntamiento catalán y con las otras dos administraciones en juego, la Generalitat y el Gobierno, un contrato de exclusividad hasta el momento en que se resuelva el destino del organismo.
En contra de Barcelona juega el proceso independentista que vive Cataluña. Fuentes conocedoras del proceso han revelado a 'Bolsamanía' que el único aspecto que ensombrece la propuesta de Barcelona como nueva sede de la Agencia del Medicamento es el riesgo político. Además, recientemente, la 'turismofobia' que se ha desatado en la ciudad, donde grupos radicales vinculados a la CUP han protagonizado acciones violentas en protesta por el modelo turístico de la ciudad ponen en entredicho la candidatura española.
Asimismo, ocho ciudades --Bruselas, Dublín, Fráncfort, París, Praga, Luxemburgo, Viena y Varsovia-- han presentado su candidatura para acoger la sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), que también deberá trasladarse de Londres.
La EBA, en la que a priori parte como favorita la ciudad alemana de Fráncfort, se encarga de evaluar los riesgos y vulnerabilidades del sector bancario en la UE a través de informes periódicos de evaluación de riesgos y pruebas de resistencia a la banca a escala europea y vela por la regulación y supervisión prudencial y constante en el sector bancario europeo.
En total, los 27 Estados miembro han presentado 23 ciudades candidatas para acoger las dos sedes.
El riesgo independentista y la turismofobia que se ha desatado en la ciudad proyectan sombras sobre su candidatura
Los Veintisiete acordaron el pasado 22 de junio los criterios en base a los cuáles la Comisión Europea evaluará cada una de las candidatas, un proceso que comenzará a partir de ahora, aunque los Gobierno serán lo que deberán decidir las sedes elegidas.
Ente ellos criterios pactados figuran la garantía de que la agencia esté operativa cuando el Reino Unido salga de la Unión Europea y garantizar la continuidad de la actividad de las agencias, así como un criterio de distribución geográfica, teniendo en cuenta que hay países que no acogen ninguna agencia, especialmente los países del este.
También se tendrán en cuenta criterios como la accesibilidad de las ciudades, la existencia de escuelas para los hijos del personal, así como el acceso al mercado laboral y la atención sanitaria para las familias de los empleados.
La Comisión Europea evaluará cada una de las candidaturas en base a los criterios pactados y hará públicas sus evaluaciones como muy tarde el 30 de septiembre. Los Veintisiete tendrán un debate político sobre las candidatas a la luz de la evaluación de la Comisión en octubre y decidirán las ciudades elegidas en noviembre en base a una votación.
Todas las ofertas se someterán a votación salvo que sean retiradas por los países afectados. Si la ciudad de un Estados miembro que ha presentado candidatas para acoger las dos sedes resulta elegida, su otra candidata decaerá, dado que las dos sedes no podrán ir al mismo país.
Por lo que se refiere al proceso de votación, que será secreta y cada uno de los Veintisiete tendrá el mismo número de votos, habrá las rondas de votación sucesivas que sean necesarias