La fortaleza de los mercados laborales puede reafirmar la determinación agresiva
Puede que los bancos centrales se vean obligados a endurecer la política monetaria más y durante más tiempo de lo que muchos analistas y mercados esperan actualmente. Así lo creen en Oxford Economics, mientras que en Pantheon Macroeconomics ven riesgos al alza para las previsiones de inflación y la suposición de una tasa terminal del Banco Central Europeo (BCE) en el 3,5%. ¿Cuál es el motivo?
Pues todo tiene que ver con los salarios. ¿Por qué? Los indicadores de confianza global están mejorando, pese al impacto de los altos tipos de interés, la incertidumbre geopolítica y la reducción de los ingresos reales. Y es probable que el relativo optimismo de los consumidores se deba a la resiliencia del mercado laboral.
"Un apoyo clave para la confianza del consumidor en 2022 fue la fortaleza del mercado laboral y nuestros indicadores de confianza sugieren que esto continuará al menos en el corto plazo. El empleo a principios de 2023 se ha expandido a un ritmo muy similar al de 2022 en la mayoría de las economías avanzadas", señalan los expertos de Oxford Economics.
De hecho, destacan que estos mercados laborales "han sorprendido al alza". "Si bien esto ofrece cierta esperanza de que la recesión económica esperada pueda infligir un daño menor al habitual en el mercado laboral, también es probable que reafirme la determinación agresiva de los bancos centrales de muchas economías avanzadas". Así, añaden que "la fortaleza persistente de nuestros indicadores de crecimiento salarial destaca el riesgo de que los bancos centrales se vean obligados a endurecer la política monetaria más y durante más tiempo de lo que muchos analistas económicos y mercados esperan actualmente".
No obstante, hay que señalar que no todas las economías están presentando el mismo panorama de mercado laboral, por lo que la amenaza por parte de la inflación persistente tampoco es la misma.
EEUU, por ejemplo, -y por tanto la Reserva Federal (Fed)- estaría "claramente en mayor riesgo, dada la fortaleza tanto del empleo como del sentimiento salarial". Sin embargo, la zona euro -con el BCE- parece estar enfrentando una amenaza menor. Dentro de la eurozona, los mercados laborales de Alemania e Italia, las dos economías más expuestas al shock del suministro de gas ruso, se están debilitando rápidamente, mientras que en Países Bajos, Francia y España las condiciones son en general estables.
"Esto pone de relieve la difícil tarea del BCE a la hora de establecer una política monetaria única en 20 economías", aseguran los analistas. El organismo europeo ha advertido continuamente de los efectos secundarios sobre la inflación de un mayor crecimiento de los salarios. En su declaración de febrero, sin ir más lejos, dijo que "los salarios están creciendo más rápido" y que "alguna recuperación de la alta inflación se convirtió en el tema principal de las negociaciones salariales", al tiempo que señaló los "aumentos salariales superiores a los previstos" como un riesgo clave al alza para sus pronósticos de inflación, incluso a medio plazo.
Entonces, ¿qué escenario hay en la zona euro? Los expertos de Pantheon Macroeconomics no creen que haya actualmente una espiral de precios salariales. "Una espiral de precios de salarios se caracteriza por sueldos más altos que elevan la inflación. Tal espiral podría desencadenarse si el crecimiento de los salarios sigue estancado a medida que la inflación baja este año. En otras palabras, un crecimiento salarial del 4% al 5% es consistente con una espiral de precios salariales si persiste hasta 2023, incluso cuando la inflación retrocede al 2% al 3%", explican.
Aunque prevén que el crecimiento de los salarios nominales continuará con una tendencia al alza, al menos en el primer semestre, por encima de la inflación, matizan que el crecimiento de los salarios reales "tampoco es necesariamente una espiral de precios de los salarios, especialmente si, como ocurre actualmente, los indicadores adelantados sugieren que el crecimiento de los salarios nominales volverá a disminuir pronto".
Consideran que una aceleración sostenida en el crecimiento de los salarios "plantearía riesgos al alza para nuestras previsiones de inflación y nuestra suposición de una tasa terminal del BCE del 3,5%". Además, ven que las cifras de crecimiento de los salarios podrían persuadir al BCE de continuar subiendo las tasas en 50 puntos básicos en el segundo trimestre, "en contra de nuestra línea base de dos aumentos de 25 puntos básicos".