Los expertos de Eurizon creen que la mayor parte de las subidas de tipos ya se ha completado
Los mercados confían en que estemos ante el principio del fin del brote inflacionista. La relajación del Índice de Precios al Consumo (IPC) en Estados Unidos hasta el 7,7% en octubre ha llevado a los inversores a descontar que la Reserva Federal (Fed) ralentizará el ritmo de su endurecimiento monetario. En el caso de la zona euro, la moderación de la inflación va más despacio, pero los expertos también esperan que el ciclo restrictivo del Banco Central Europeo (BCE) llegue a su fin en 2023.
En este escenario de relajación progresiva de la inflación, los analistas de Eurizon creen que "los bancos centrales se están preparando para desacelerar y luego finalizar el ciclo de aumento de tasas", completando las subidas de tipos en los primeros meses del próximo año.
Los futuros de los fondos de la Fed, según la entidad financiera, prevén una subida de tipos de 50 puntos básicos en la reunión de diciembre y dos subidas de 25 puntos básicos en las primeras reuniones de 2023. "A partir de marzo, la Fed pondría fin a su ciclo restrictivo y posteriormente comenzaría a bajar los tipos en otoño, para contener la desaceleración macroeconómica".
Una vez alcanzado el umbral del 5%, el banco central estadounidense permanecerá en suspenso durante unos meses y luego comenzará a recortar los tipos al 3,5% a finales de 2024. Esta tendencia implica un escenario de aterrizaje suave, o una "mino recesión", tal y como ha adelantado Jerome Powell, presidente de la Fed, con un crecimiento económico "cerca de 0 en 2023 y nuevamente en terreno positivo en 2024".
En el caso del BCE, los supuestos son similares y llevará a cabo nuevas subidas agregadas de 100 puntos básicos para la primavera, seguidas de tipos estables en el 3%.
Ante este contexto, los tipos a medio y largo plazo deberían estabilizarse, si no retroceder. "Si bien la relajación del pesimismo puede respaldar a las acciones en el plazo inmediato, la recuperación dependerá de la resiliencia real del ciclo económico", indican en Eurizon.
Con todo, y a pesar de que "una sola publicación de datos, no hace verano", las señales de una disminución de las presiones inflacionistas están bastante extendidas. En primer lugar, los cuellos de botella provocados en las cadenas de suministro por el Covid, han sido resueltos.
Asimismo, el mercado inmobiliario estadounidense, con un fuerte peso en la inflación del país, está mandando señales de debilitamiento y los precios de materias primas, como el petróleo, ha caído un 40%, hasta situarse en un margen de 80 dólares.
La unión de estos elementos lleva a los inversores a asumir un escenario base que contemple una progresiva moderación de la inflación. "La bajada probablemente no será lineal, como rara vez lo son los mecanismos económicos, y las estimaciones de consenso que apuntan a una caída de la inflación al 3% tanto en EEUU como en la eurozona ya a fines del próximo año, podrían resultar demasiado optimistas", valoran en Eurizon.
Sin embargo, a partir de ahora, lo importante para la dinámica de los mercados es que la senda de la inflación sea descendente, independientemente de su ritmo, y confiar en que se materialice el aterrizaje suave de la economía.