El Banco de la Reserva de Australia reduce las compras de bonos por la mejora económica
El banco continuará con el 'QE' "dado que seguimos a cierta distancia de los objetivos de inflación y empleo"
El Banco de la Reserva de Australia (RBA por sus siglas en inglés) ha anunciado este martes su decisión de mantener el objetivo del tipo de interés en el 0,1%. Tras su reunión de política monetaria del mes de julio, el banco central también ha revelado que reducirá las compras de bonos semanales por la mejora de la economía. Tras este anuncio, el dólar australiano cambió de manos a 0,7555 dólares, todavía por encima de los niveles inferiores a 0,752 dólares vistos ayer.
Así, el Banco de la Reserva de Australia ha rebajado el importe de las compras y ha optado por no renovar su bono objetivo hasta el siguiente vencimiento. El banco central dijo que mantendrá el bono de abril de 2024 como objetivo de rendimiento y conservará el objetivo de 10 puntos básicos.
Además, continuará comprando bonos del Estado tras la finalización del actual programa de compra de bonos a principios de septiembre. Estas compras se harán a un ritmo de 4.000 millones de dólares a la semana hasta, al menos, mediados de noviembre.
"El programa de compra de bonos está desempeñando un importante papel de apoyo a la economía australiana", dijo el RBA en su declaración posterior a la reunión. "El banco continuará comprando bonos dado que seguimos a cierta distancia de los objetivos de inflación y empleo", ha agregado.
"Sin embargo, el consejo está respondiendo a la recuperación económica más fuerte de lo esperado y a la mejora de las perspectivas ajustando la cantidad semanal comprada. Se llevará a cabo una nueva revisión en noviembre, lo que permitirá al consejo responder al estado de la economía en ese momento."
El RBA también señaló que las últimas disposiciones de la Facilidad de Financiación a Plazo del RBA se realizaron a finales de junio. En total, se utilizaron 188.000 millones de dólares en el marco de esta facilidad.
El RBA también mantuvo su hipótesis central de que las condiciones previas a una subida de tipos no se cumplirían antes de 2024.
