Incluso teniendo en cuenta la reducción del 10% por el cambio en los patrones de consumo energético
Si el invierno 2022‑2023 fuera tan frío como el invierno 2004‑2005, el consumo de gas natural en nuestro país podría aumentar alrededor de un 25% respecto al año pasado, incluso manteniéndose el cambio reciente en los patrones de consumo energético, que permitirían reducir en un 10% interanual el consumo de gas natural.
Es lo que estima el Banco de España, según queda reflejado en el recuadro trimestral 'La posible sensibilidad del consumo de gas natural y de electricidad en España ante diferentes escenarios climatológicos en el invierno 2022-2023'.
Como detalla el organismo, en cuanto a la relación que existe entre la demanda que realizan las familias y las pymes españolas de gas natural y de electricidad y la temperatura máxima diaria, "resulta claro que la sensibilidad de la demanda de gas natural en nuestro país, ante cambios en la temperatura, es muy diferente de la que se aprecia en el caso de la demanda de electricidad".
Por un lado, la asociación entre temperatura máxima y consumo de gas natural es muy negativa para temperaturas bajas, pero se vuelve no significativa para temperaturas altas. Por otro lado, la relación entre consumo de electricidad y temperatura máxima presenta forma de 'U', es decir, en los meses más fríos, el consumo de electricidad se incrementa ante descensos en la temperatura (por el uso de calefacción eléctrica), mientras que en los meses más cálidos lo que conlleva un mayor consumo es el aumento de la temperatura (por el uso de aire acondicionado).
Según los resultados del análisis del Banco de España, sin tener en cuenta otros factores independientes de la temperatura que hubieran concurrido en el último año, si el invierno 2022‑2023 fuera tan frío como el invierno 2004‑2005, el consumo por parte de las familias y las pymes españolas de gas natural y de electricidad podría incrementarse, en términos interanuales, un 32% y un 7%, respectivamente.
No obstante, el organismo matiza que a la hora de extrapolar los resultados es necesario tener en cuenta también el potencial impacto sobre las decisiones de consumo energético de hogares y pymes que habrían tenido el Plan de Choque de Ahorro y Gestión Energética en Climatización aprobado en agosto por el Gobierno y el acusado repunte de los precios energéticos observado a lo largo de 2022.
"En efecto, con respecto a lo observado en el período 2019‑2021, durante buena parte de los meses de octubre y de noviembre de este año se produjo en España una notable reducción en la demanda de gas natural de los hogares y las pymes que no puede explicarse por los factores incluidos en el modelo. De mantenerse este cambio reciente en los patrones de consumo energético, permitiría reducir en un 10% interanual el consumo de gas natural en España durante el invierno 2022‑2023, si este registrara las mismas temperaturas que el invierno pasado", explica el Banco de España.
Pero, incluso teniendo en cuenta estos cambios recientes en los patrones de consumo, si el invierno 2022‑2023 fuera tan frío como el invierno 2004‑2005, el consumo de gas natural en nuestro país podría aumentar en torno a un 25% con respecto al año pasado.