Cuidar la alimentación, y también los cosméticos que usamos, está a la orden del día
Los españoles se están aficionando cada vez más a cuidarse, y ya no sólo van al gimnasio, sino que también cuidan su dieta. Eso explica el éxito de muchos alimentos 'naturales' o ecológicos, aunque esta fiebre está yendo cada vez más lejos y ya se ha extrapolado a otros ámbitos de la vida, como por ejemplo la cosmética. Los productos naturales están ganando cada vez más terreno a los convencionales, y es que el número de personas que buscan artículos puros, sin ingredientes dañinos, crece sin parar.
La idea de llevar una vida saludable, responsable y sostenible está calando en la mentalidad de los españoles, y se está extrapolando a todos los ámbitos
Pero, ¿a qué se debe esta tendencia? Primero a ese mayor interés por el cuidado personal, y segundo, a la cada vez mayor conciencia ecológica de la sociedad. La idea de llevar una vida saludable, responsable y sostenible está calando en la mentalidad de los españoles, y se está extrapolando a pasos agigantados al mundo de la belleza, de forma que hoy en día se pueden encontrar multitud de firmas que, bajo el prisma del respeto a la naturaleza, elaboran todo tipo de productos de procedencia ecológica, es decir, haciendo un óptimo uso de los recursos naturales sin emplear productos químicos o sintéticos que puedan dañar la salud.
No obstante, esta fiebre por usar cosméticos 'bio', que son menos agresivos que algunos convencionales y suelen resultar aptos para cualquier tipo de piel al contener elementos naturales que no provocan reacción, ha hecho que se le ponga la etiqueta de orgánico a cualquier producto, cuando en realidad muchos no lo son. Hay que tener en cuenta que los productos realmente ecológicos son los que cuentan con un 95% de materias primas de origen natural (aceites esenciales, grasas vegetales, ceras…), y no deben llevar ni colorantes ni perfumes sintéticos. Tampoco deben ser testados en animales.
Además, los productos orgánicos deben ir correctamente o identificados con la certificación ecológica y los correspondientes sellos que acrediten que es un producto 'greeny'. El problema, dicen desde la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), es que la definición normativa de la cosmética natural o ecológica aún está en desarrollo.
“La Norma ISO 16128, bajo el título 'La guía de definiciones técnicas para ingredientes y productos naturales y ecológicos', presentada a las instituciones europeas a través de Stanpa y en representación de AENOR se encuentra aún en desarrollo”, dicen desde esta Asociación, aunque esperan que a finales de 2017 esté totalmente acabada. Se trata de una normativa que se impulsó ante la necesidad del sector de “armonizar criterios y dar claridad al mercado en todo lo relacionado con la cosmética natural”, porque se trata de un entorno donde conviven diferentes estándares.
El objetivo es que esta norma dé “coherencia y reconocimiento internacional” a los productos que la cumplan. Según explican desde Stanpa, tiene dos partes: una primera ya publicada, con las definiciones de todos los términos utilizados y criterios para el uso de ingredientes naturales y derivados, los minerales derivados, los orgánicos y sus derivados, los disolventes y sus procesos; y una segunda que contempla los índices y cálculos necesarios para llegar a la composición final, que es la que está pendiente.
DEFENSORES Y DETRACTORES DE LA NORMATIVA
En palabras de Carmen Estaban, directora técnica de Stanpa, “con esta norma, un ingrediente natural tendrá el mismo sentido de forma global”, de forma que en el futuro “los proveedores de ingredientes naturales y orgánicos podrán dar respuesta a las demandas de sus clientes sobre la caracterización del ingrediente o extracto”. Además, asegura que “el uso y cultivo de ingredientes naturales y orgánicos se verá favorecido, habrá transparencia y homogeneidad en el mercado y los fabricantes de productos cosméticos tendrán una base científica para el cálculo de los contenidos naturales y/o orgánicos de sus productos”.
No obstante, la normativa ha despertado reticencias, sobre todo entre los más puristas, porque por ejemplo acepta que se utilicen ingredientes modificados genéticamente, ya que en algunos países se consideran naturales, y porque no incluye criterios específicos para los perfumes, por lo que creen que se abre la puerta al uso de perfumes sintéticos sin restricción alguna. Estas son solo algunas de las quejas, aunque hay otras tantas contra esta normativa, que en opinión de los más críticos no va a servir para unificar y clarificar el sector, como defienden desde Stanpa, sino para favorecer la competencia desleal porque permite una serie de cuestiones que no tienen cabida en las normas sobre cosmética natural ya existentes, que son mucho más estrictas. Los que no están de acuerdo con ella dicen, además, que va a generar “mucha más confusión entre los productores y los consumidores”.
La demanda de cosméticos orgánicos y naturales para el cuidado del cabello y la piel seguirá creciendo en los próximos años
Lo cierto es que la industria de la cosmética eco es muy jugosa y cuenta cada vez con más adeptos, por lo que no es de extrañar que sean muchas las firmas que han lanzado a este mercado sus productos. Se trata de un sector que no deja de crecer, hasta el punto de que se espera que el mercado mundial de productos para el cuidado personal orgánico aumente un 10% al año hasta alcanzar los 25.110 millones de dólares en 2025, tal y como recoge el último informe de la firma de consultoría Grand View Research. Un ritmo nada desdeñable, si se tiene en cuenta que el tamaño de este mercado a escala mundial fue de 10.160 millones de dólares en 2015.
Además, el informe explica que la demanda de cosméticos orgánicos y naturales para el cuidado del cabello y la piel seguirá creciendo en los próximos años, apoyada en la aprobación de nuevos productos por parte de los organismos reguladores correspondientes. “Impulsará el crecimiento de la industria”, que también se va a beneficiar de las innovaciones tecnológicas dirigidas a reducir el coste de fabricación de estos productos ecológicos, para que sean realmente rentables. Según el informe estos avances beneficiarán, sobre todo, a empresas como The Body Shop (adquirida por L'Oréal en octubre de 2013 para aumentar su participación en este sector), Aveda Corporation. Estée Lauder, Yves Rocher y L'Occitane, que serán claves para el crecimiento de la industria de aquí a 2025.
Y para el crecimiento del sector de la cosmética orgánica será clave también “la mejora del nivel de vida, junto con el aumento de los ingresos disponibles de la población trabajadora de clase media, en las economías emergentes de Asia y Pacífico, tales como India, China y Malasia”, dice también el mencionado informe.
En España, además, el crecimiento de la cosmética natural ha superado al de la tradicional. Según datos de Freshly Cosmetics, marca española de venta online de cosmética natural, la demanda de productos ecológicos ha aumentado un 40% en dos años, y el crecimiento de la cosmética natural ha 'paralizado' el de la convencional, ya que en 2016 la cosmética convencional creció un 3,25% mientras que la natural lo hizo en un 9,5%. Además, en nuestro país la venta online de cosmética natural genera unos 100 millones de euros anuales, cifra que según Freshly Cosmetics seguirá creciendo a medida que la innovación lo permita y la sociedad se conciencie de sus ventajas frente a otros tipos de cosmética. “Podría llegar a mover entre 600 y 700 millones de euros en 2020 si la ciencia y el consumo acompaña”, afirman desde la marca.
TODO EMPEZÓ CON LA COMIDA
Aunque la preocupación por usar productos de belleza naturales no es más que una extensión de la mayor concienciación que existe por seguir una dieta más saludable basada en productos ecológicos libres de pesticidas y contaminantes hormonales, y que tampoco contengan conservantes de ningún tipo. Y es que lo ecológico es una filosofía de vida, por lo que no puede entenderse una alimentación basada en este tipo de productos sin extrapolarlo a otros ámbitos.
El mayor interés de los españoles por la comida ecológica ha servido de apoyo para que el mercado de producción ecológica crezca
Así, el mayor interés de los españoles por la comida ecológica ha servido de apoyo para que el mercado de producción ecológica esté creciendo en nuestro país a pasos agigantados, como atestiguan los datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, publicados recientemente. En concreto, en 2016 el sector se consolidó convirtiendo a España en el primer país de la Unión Europea por superficie dedicada a este tipo de producción (aumentó un 2,5% respecto al año 2015, alcanzando casi las 2.019.000 hectáreas) y situándolo además entre los cinco mayores productores del mundo.
La mitad de la superficie dedicada a la producción ecológica se destina a pastos permanentes, una cuarta parte a cultivos de tierras arables y la otra cuarta parte a cultivos permanentes. En producción vegetal destaca el aumento de hectáreas dedicadas a cereales, tubérculos, hortalizas, frutales, frutos secos, cítricos y viñedos, mientras que lo que respecta a producción animal, aumenta el número de explotaciones, entre las que destacan las de bovino de leche.
Pero eso no es todo, ya que el departamento que dirige Isabel García Tejerina explica también que el número total de operadores se ha incrementado en un 5,3% hasta los 39.744. En concreto, el año pasado aumentó el número en todas las categorías: productores (4,4%), industriales (9%), importadores (23%), exportadores (27%) y comercializadores (17%). Estos datos ponen de relieve el incremento del número de operadores en las fases posteriores de la cadena alimentaria, algo que según el Ministerio tiene su explicación, precisamente, en el incremento de la demanda de productos ecológicos.