La Audiencia Nacional ha condenado este jueves a seis años de prisión al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa y a cuatro años y medio a su sucesor y presidente de Bankia, Rodrigo Rato, por los delitos continuados de apropiación indebida y administración desleal por el uso que hicieron de su tarjeta 'black'.
El tribunal de la Audiencia Nacional que sentó en el banquillo de los acusados a Miguel Blesa, Rodrigo Rato y otros 63 exaltos cargos y consejeros de la caja extinta les ha considerado culpables en la sentencia que se ha dado a conocer este jueves.
Además, la jueza determina que el resto de 63 exdirectivos acusados de cargar al banco más de 15 millones de euros en gastos personales con Visas B son colaboradores, y a uno de ellos, Ildefonso Sánchez-Barcoj, le impone dos años y seis meses de pena por ser también cómplice de la "mecánica desarrollada". Al resto le impone penas de entre tres meses y tres años de prisión.
Les acusa de delitos continuados de apropiación indebida y administración desleal por el uso que hicieron de su tarjeta 'black'
La Sección Cuarta destaca que en el caso del exdirector general de Medios de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj, a quien le impone dos años y seis meses fue colaborador y además cómplice de esta práctica que nació bajo un acuerdo del consejo de administración de la caja el 24 de mayo de 1984 y con la que gastaron un total de 15 millones de euros entre 1999 y 2012.
Los hechos probados de la sentencia describen la operativa dirigida por Blesa y después por Rato y que fue llevada a cabo por el entonces Director General de Medios Ildefonso Sánchez Barcoj. Él comunicaba los nombres de los usuarios, los límites operativos mensuales y anuales, autorizaba las ampliaciones de esos límites y de los que dispondrían de código PIN.
Por esta razón el tribunal le considera no solo colaborador de un delito continuado de apropiación indebida sino también cómplice de la mecánica descrita, y de "contener bajo su control y al margen del conocimiento de terceros distintos de los usuarios de las tarjetas de las que disfrutaban los miembros de los dos órganos de gobierno, dando de este modo cobertura a la merma del caudal de la entidad por la atención a los intereses lucrativos de sus beneficiarios".
Posteriormente en 1995, con la incorporación de nuevos consejeros Terceiro informó de que esas tarjetas VISA eran exclusivamente para gastos de representación, en el desempeño de su función de consejeros.