La moneda argentina ha cerrado en 23,30 pesos por cada dólar y acumula pérdidas de más de un 11% en los últimos siete días
Tres intervenciones del banco central en la última semana, una economía que se ha visto atrapada en medio de una tormenta perfecta y una apreciación del dólar estadounidense, fruto del incremento del rendimiento de los bonos de EEUU a 10 años, que golpea a los países emergentes. El caldo en el que se ha cocinado la devaluación del peso argentino de más de un 8% este jueves, hasta un mínimo histórico por encima de los 23,00 pesos por dólar.
Pero no acaba ahí, la moneda acumula más de un 10% de caídas en el último mes, cuando comenzó la presión cambiaria por la incertidumbre en los mercados. Solo en los últimos cinco meses, las ventas masivas de su moneda le han hecho dejarse más del 15% de su valor, mientras que se ha depreciado un 40% en los últimos doce meses.
Un escenario que revive en la memoria de los argentinos la hiperinflación de la década de los 80 y el cataclismo de 2001, además de la época de los corralitos, por lo que rápidamente buscan refugio en el dólar.
Por este motivo, el Banco Central de la República de Argentina (BCRA) ha decidido este jueves elevar el tipo de interés de referencia del 30,25% al 33,25% de forma inesperada, después de llevar a cabo la misma actuación la semana pasada. Y, de nuevo, el banco central presidido por Federico Sturzenegger ha acometido el viernes un tercer incremento, hasta dejar el precio del dinero en el 40%. Sólo una semana atrás el nivel de referencia se situaba en el 27,25%, 1.275 puntos básicos por debajo.
El BCRA también ha estado interviniendo en el mercado de divisas mediante la venta de reservas con el objetivo de defender el valor del peso ante la 'fiebre' por el dólar. La última de 7.500 millones de dólares, que se suma a los cerca de 5.000 con los que inundó el mercado la semana pasada, una mordida notable para la despensa de divisas de la entidad que asciende a 55.000 millones de dólares.
En declaraciones a los medios argentinos, el jefe de gabinete del Gobierno presidido por Mauricio Macri, Marcos Peña, aseguró que la volatilidad cambiaria "no debe asustar", y reiteró que el banco central está comprometido en su tarea de luchar contra la inflación y cuenta con los recursos para poder hacer frente a esta situación. "Tenemos la tranquilidad de tener un Banco Central que cuenta con independencia, herramientas y recursos para afrontar esta situación de volatilidad", aseveró Peña.
Asimismo, el jefe de gabinete ratificó las metas de inflación para Argentina, que se sitúa en el 15% para este año, en el 10% para 2019 y en el 5% para 2020. La inflación interanual en la tercera economía más importante de Latinoamérica se situó en el 25,4% en marzo, una de las más altas del mundo.