El país petrolero emite bonos es a cinco, diez y treinta años
Arabia Saudí ha hecho historia. Su debut en los mercados para financiarse mediante una emisión de deuda ha sido a lo grande. Ha debutado con 17.500 millones de dólares, una cifra que le vendrá muy para sortear una situación en la que la recuperación del petróleo aún es insuficiente para sus arcas públicas.
El país contemplaba en un inicio la colocación hasta 15.000 dólares, pero la avalancha de órdenes de compra ha hecho que se incremente el volumen
En concreto, ha emitido bonos a 5, 10 y 30 años. Los ha colocado a un rendimiento del 2,63% en el caso de el bono a cinco años, del 3,44% en el de diez años y del 4,64% en el de treinta años. Se trata de valores por encima de los registrados por los países desarrollados, pero por debajo de lo previsto.
Inicialmente, el país árabe contemplaba la colocación de entre 10.000 y 15.000 dólares (9.118 y 13.600 millones de euros), pero la avalancha de órdenes de compra, que han sumado más de 60.000 millones de dólares, ha provocado que se incremente el volumen de la operación.
El salto de Arabia Saudí a los mercados internacionales de capitales forma parte de las medidas manejadas por Riad para afrontar el impacto en sus finanzas públicas de la caída de los precios del petróleo, que ha provocado un aumento de la deuda y el regreso a situaciones de déficit presupuestario que no se recordaban desde los años 90.
De hecho, la operación ha coincidido con el anuncio de una mala noticia por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo dirigido por Christine Lagarde ha confirmado este miércoles que la remontada del petróleo, que vuelve a cotizar por encima de los 50 dólares, todavía no es suficiente para el país saudí. En concreto, el FMI ha situado el umbral del precio del petróleo que Arabia necesita para cuadrar su presupuesto en los 79,7 dólares, cuando en abril lo había ubicado en los 66,7 dólares.
Asimismo, como parte de la respuesta saudí a estas dificultades, las autoridades saudíes también contemplan la próxima salida a bolsa de una participación minoritaria en la petrolera estatal Aramco, que podría tener lugar en 2018 y convertirse en la mayor colocación bursátil de la historia.