Los alquileres que no superen los 600 euros no podrán subir por encima del IPC

Desde varios sectores reprochaban al Gobierno que en esta nueva ley no se hubiera incluido ninguna medida relacionada con el precio del alquiler. Es cierto que en el borrador publicado en el último Consejo de Ministros no aparecía novedad en este sentido. Pero en el BOE que se publicó este martes sí que viene una modificación de la ley que afecta a los precios.

Aunque ciertamente no actúa para que las rentas se reduzcan, como reclaman varios colectivos y gran parte de la sociedad, sí que propone una limitación en cuanto a la subida del precio.

"En los contratos de arrendamiento de renta reducida, el incremento producido como consecuencia de la actualización anual de la renta no podrá exceder del resultado de aplicar la variación porcentual experimentada por el IPC a fecha de cada revisión, tomando como mes de referencia para la revisión el que corresponda al último índice que estuviera publicado en la fecha de revisión del contrato", publica el BOE como novedad.

Por renta reducida se entiende aquella que "se encuentre por debajo de la establecida, para el conjunto del Estado y con carácter general, en el Real Decreto que regule el plan estatal de vivienda vigente a los efectos de tener habilitada la posibilidad de acogerse a algún programa de ayudas al alquiler". ¿A quién afecta entonces? Pues a todos aquellos inquilinos que pagan al mes una cantidad igual o inferior a los 600 euros por su vivienda en alquiler. Para el resto, la actualización de la renta continuará rigiéndose por el Índice de Garantía de Competitividad (IGC).

Tras más de tres años de incrementos ininterrumpidos, 2018 cerrará con una subida media del coste del alquiler cercana al 2%

Tras más de tres años y medio de incrementos interanuales ininterrumpidos, 2018 cerrará con una subida media del coste del alquiler cercana al 2%, que contrasta con el aumento del 9% registrado el año anterior, cuando tuvo lugar el mayor incremento de los precios desde 2006, según los datos de Fotocasa. La directora de estudios del portal inmobiliario, Beatriz Toribio, afirma que "los precios están un 18% por debajo de los máximos de 2007".

"En las principales capitales de provincia y en los destinos turísticos por antonomasia seguimos registrando fuertes tensiones en los precios", de hecho, "en algunos de estos puntos ya se han superado los precios máximos del alquiler registrados durante la crisis", aunque "en buena parte de ellos también se empiezan a atisbar señales de estabilización", explica.

Y este "fuerte repunte de los precios del alquiler" tiene como consecuencia "el retroceso de la demanda en este mercado". Si en 2017 había un 14% de personas que habían alquilado o intentado alquilar una vivienda, un año después ese porcentaje se reduce hasta el 9%. Un descenso propiciado por la menor participación de los jóvenes en el mercado del alquiler: en el último año un 60% menos de jóvenes menores de 25 años logró alquilar una vivienda, según sus datos.

Entre los detractores de estas nuevas medidas está el portal inmobiliario Idealista, que considera que "desequilibran la balanza" entre el propietario y el inquilino. "Penalizan" a los propietarios y esto acabará provocando que la oferta sea menor y los precios suban, asegura su jefe de estudios, Fernando Encinar. "En 2019 los precios de venta y alquiler en tenderán a la mesetización, excepto en aquellas ciudades que sean generadoras de empleo o tengan un fuerte tirón turístico, en las que podríamos asistir a un aumento moderado de los precios, sobre todo en grandes capitales, áreas de costa y archipiélagos. De hecho, en los grandes mercados cuántas menos grúas veamos, más subirán los precios”, añade.

Por su parte, el director de estudios de pisos.com, Ferran Font, cree que estas medidas "son la respuesta al crecimiento de los precios del alquiler". Añade que son "bienvenidas" siempre que vayan enfocadas a la mejora del mercado de alquiler y a la protección de los inquilinos y respeten la propia dinámica natural del mercado.