A medida que el crecimiento económico del sector servicios casi no registra expansión alguna
El índice PMI compuesto de la actividad total de la eurozona cayó de 49,9 registrado en julio a 49,2 en agosto (frente a la estimación de 49), según la lectura flash. El índice señaló la segunda reducción mensual consecutiva de la actividad total de la zona euro tras un periodo de dieciséis meses de crecimiento, así como un mínimo de los últimos dieciocho meses. Aunque este último declive sigue siendo relativamente leve, de todos modos fue más intenso que el observado en julio, ha subrayado S&P Global, encargado de elaborar esta referencia, en su comunicado.
La caída de la actividad total en general fue nuevamente impulsada por una contracción en el sector manufacturero, donde la producción cayó por tercer mes consecutivo, y a un ritmo intenso. No obstante, el sector servicios casi no registró ninguna mejora de la actividad en agosto puesto que el ritmo de expansión perdió velocidad por cuarto mes consecutivo, hasta registrar su ritmo más bajo desde que el sector volvió a registrar un crecimiento, en abril de 2021.
El flash del PMI del sector servicios de la eurozona se situó en agosto en 50,2 (51,2 en julio; 50,5 previsto), señalando su mínima de los últimos diecisiete meses. Por su parte, el flash del índice PMI del sector manufacturero quedó en 49,7 (49,8 en julio; 49 estimado), alcanzando su mínima de los últimos veintiséis meses.
La reducción generalizada de la actividad total en la zona euro se concentró principalmente en las principales economías nacionales. Alemania registró la caída más intensa de la actividad total desde junio de 2020, ya que la producción manufacturera siguió reduciéndose intensamente y la contracción de la actividad del sector servicios se aceleró. En Francia, la actividad total disminuyó por primera vez en un año y medio, a raíz de una intensa caída de la producción manufacturera y un crecimiento menos marcado de la actividad del sector servicios. Fuera de los dos países principales, la actividad total en el resto de los países de la zona euro siguió aumentando, aunque tan sólo ligeramente.
En Alemania, el flash del PMI compuesto quedó en 47,6 (frente al 48,1 previo y a la previsión de 47,4). El PMI manufacturero mejoró hasta 49,8 (frente a 49,3 en julio y la estimación de 48,2) y el servicios cedió hasta 48,2 (desde 49,7 y frente a la estimación de 49).
El flash del índice PMI compuesto de Francia descendió hasta 49,8 desde 51,7 y frente a la estimación de 50,8. El PMI manufacturero se situó en 49, en línea con la previsión y por debajo del 49,5 previo, y el PMI servicios en 51 (por debajo del 53 esperado y del 53,2 de julio).
Se observaron declives especialmente intensos de la producción en las categorías de materiales básicos y en el sector automotriz, aunque también se registraron reducciones en algunos segmentos del sector servicios, incluidas las categorías de turismo y ocio y de actividades inmobiliarias.
La actividad empresarial se vio afectada por una demanda decreciente, puesto que el volumen de nuevos pedidos se redujo sólidamente por segundo mes consecutivo. Los nuevos pedidos cayeron tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios y el sector industrial fue el que siguió indicando la mayor contracción. La intensa reducción de la demanda en el sector manufacturero ha conllevado a una acumulación de productos no vendidos, puesto que las firmas han tenido dificultades para colocar los productos terminados. Las existencias de productos terminados aumentaron en agosto al ritmo más intenso en más de veinticinco años de recopilación de datos, y el ritmo de acumulación marcó un nuevo récord por segundo mes consecutivo.
Las fuertes presiones inflacionistas de nuevo fueron un factor clave en la reducción de los nuevos pedidos, debido a que tanto los costes como los precios cobrados siguieron aumentando rápidamente. No obstante, las tasas de inflación soportadas por las firmas se volvieron a desacelerar durante el mes. Los costes de los insumos aumentaron al ritmo menos marcado en casi un año, mientras que la inflación de los precios cobrados fue la más débil en lo que va de año. Se registraron presiones inflacionistas más tenues tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios.
Además de los indicios de disminución de la inflación indicados por las firmas, también se puso de manifiesto que los problemas de las cadenas de suministro del sector manufacturero siguieron atenuándose en agosto. Los plazos de entrega de los proveedores continuaron alargándose intensamente, pero al ritmo menos marcado desde octubre de 2020.
"Los últimos datos del índice PMI para la zona euro sugieren que la economía se está contrayendo en el tercer trimestre del año. Las presiones del coste de vida han hecho desaparecer el repunte económico en el sector servicios observado tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia, mientras que el sector manufacturero siguió sumido en una contracción en agosto, registrando otra acumulación récord de existencias de productos terminados debido a que las firmas no han podido vender los productos en el entorno actual de caída de la demanda. Este exceso de existencias sugiere que existen escasas probabilidades de mejoras para la producción manufacturera a corto plazo", señala Andrew Harker, Economics Director de S&P Global Market Intelligence.
Los expertos de Oxford Economics subrayan que los PMI de la eurozona siguieron deteriorándose en agosto, con el PMI compuesto en territorio de contracción.
"El sector manufacturero sigue luchando bajo el peso del aumento de los costes energéticos, los persistentes cuellos de botella en el suministro y la continua escasez de mano de obra", apuntan. Por su parte, destacan que el crecimiento de los servicios se está desacelerando "notablemente" ahora que los vientos de cola de la apertura tras el Covid se están agotando y que la inflación pesa aún más sobre el poder adquisitivo de los consumidores.
"Esperamos que el crecimiento se estanque en el segundo semestre de este año. El riesgo de escasez de energía durante el invierno se ha reducido un poco, pero sigue siendo un riesgo clave para las perspectivas", apuntan estos economistas.