Las acciones de EEUU han dominado la última década: ¿se mantendrá la tendencia?

Los analistas señalan que la IA puede impulsar a los títulos estadounidenses

Aitor Pereira
Bolsamania | 11 nov, 2023 06:00 - Actualizado: 07:16
le taureau de wall street a new york

Las acciones de las firmas de Estados Unidos han dominado la última década, en la que el selectivo S&P 500 ha generado una rentabilidad anual media del 13%, por encima del 8% del STOXX 600, el 12% del TOPIX y el 6% obtenido por el MXAPJ. Sin embargo, desde Goldman Sachs apuntan que "este desempeño superior ha comenzado a mostrar algunas grietas, con los títulos de EEUU registrando ventas durante el último mes", por lo que realizan un estudio para determinar si esta posición dominante tendrá continuidad en la próxima década.

Para ello se dirigen a especialistas del sector como Rebecca Patterson, ex estratega jefe de inversiones de Asociados de Bridgewater, quien se muestra optimista sobre las posibilidades de la renta variable estadounidense en el medio y largo plazo.

Patterson espera "otra década de dominio" de los títulos de EEUU, "liderada por la IA generativa", puesto que considera que esta tecnología "podría aumentar significativamente la productividad de EEUU y, a su vez, el crecimiento interno, el motor dominante de los mercados de valores a largo plazo".

"El crecimiento económico, en su forma más básica, es una función del trabajo y la productividad. Con menos ayuda laboral a medida que la demografía se deteriora y la población en edad de trabajar se reduce en muchos países, el crecimiento dependerá más de la productividad, y la amplia adopción de la IA durante la próxima década tiene el potencial de aumentarla significativamente", asegura.

Como consecuencia de estas previsiones, considera que "los inversores deberían mantener al menos la ponderación de referencia para EEUU, y probablemente estar ligeramente sobreponderados, dado que las acciones estadounidenses probablemente seguirán obteniendo mejores resultados durante la próxima década".

"Todavía preferiría las acciones estadounidenses a las acciones no estadounidenses. En concreto, prefiero las empresas de gran capitalización estadounidense a las de pequeña capitalización, ya que las acciones de gran capitalización tienden a tener un mejor desempeño en medio de un crecimiento más lento", añade.

Esta misma visión positiva la comparten los estrategas de acciones estadounidenses de Goldman Sachs David Kostin y Lily Calcagnini, "a pesar de su opinión de que las valoraciones exageradas en EEUU pueden impedir un rendimiento superior durante el próximo año".

Estos analistas consideran que el mayor impulsor de los rendimientos superiores de las acciones estadounidenses en la última década fue una gestión orientada hacia la creación de valor para los accionistas, "aunque una mayor exposición a empresas tecnológicas y el mayor dinamismo de los índices de EEUU también jugaron un papel importante".

Estos factores, "deberían mantener a las acciones estadounidenses con un desempeño superior a largo plazo y pueden llevar a los inversores a arrepentirse de su decisión de asignar más dinero hacia acciones no estadounidenses frente a las estadounidenses este año".

Por su parte, el economista jefe de la firma y jefe de investigación de inversiones globales, Jan Hatzius, es "igualmente optimista" en el frente del crecimiento del país, a pesar de que espera una desaceleración de la economía en el último trimestre del año "que durará poco".

Hatzius también se fija en el potencial de la IA, y además asegura que "la situación demográfica, aunque desafiante, parece más favorable que la de otras economías importantes".

"Los avances en IA podrían conducir perfectamente a una aceleración del crecimiento de la productividad. Estimamos que la IA generativa podría añadir 1,5 puntos porcentuales a la productividad de la mano de obra en EEUU anualmente durante un período de 10 años después su adopción generalizada", manifiesta.

PREOCUPA EL "DETERIORO DE LA SITUACIÓN FISCAL"

Sin embargo, no todo son luces en el futuro de la renta variable estadounidense, y desde la firma aseguran que "muchos observadores están preocupados por las implicaciones del deterioro de la situación fiscal de EEUU para el crecimiento y los activos a medida que los gastos por intereses han aumentado".

El responsable de política económica de la compañía, Alec Phillips, argumenta que "en lugar de mayores gastos por intereses, el principal desafío fiscal de Estados Unidos es su gran déficit primario". Esta situación "podría obligar a una política fiscal más estricta, lo que podría afectar el crecimiento", si bien "nada de eso es probable al menos durante los próximos dos años".

Jean Boivin, director del BlackRock Investment Institute, es "algo menos optimista" sobre las perspectivas para las acciones estadounidenses. Si bien espera que Estados Unidos siga teniendo un "desempeño superior en un horizonte estratégico", considera que es una "apuesta más arriesgada de lo que solía ser".

Mientras espera que algunas tendencias globales puedan resultar beneficiosas para los intereses del país, "como la IA y los cambios en el arquitectura financiera", sostiene que otros aspectos, como los cambios en la geopolítica y las presiones demográficas, podrían afectar la rentabilidad de las acciones estadounidenses.

Por su parte, Peter Oppenheimer, estratega jefe de renta variable global de Goldman Sachs, ve razones para creer que las acciones estadounidenses "puede que no sigan dominando en la misma medida en los próximos años como lo han hecho en la última década".

Como argumentos esgrime que "el mercado de valores de EEUU ahora está muy concentrado", y que "una mayor competencia de otras clases de activos en el actual entorno de altos tipos podría disuadir a los hogares de EEUU de aumentar el ya elevado nivel de propiedad accionaria".

Por último, el codirector de economía de CEEMEA de la firma, Kevin Daly, está de acuerdo en que el dominio de la renta variable del país "será difícil de repetir" en los próximos años, puesto que considera que "los mercados emergentes seguirán creciendo más rápido que Estados Unidos durante la próxima década, lo que debería eventualmente traducirse en un mayor crecimiento de las ganancias de las acciones de los mercados emergentes".

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