El porcentaje que manifiesta ahorrar al menos la mitad de su paga es del 42%, según Funcas
Los jóvenes españoles se consideran en mayor medida ahorradores. De hecho, el 48% de los que trabajan contesta que ahorra la mitad o más de su salario, mientras que el porcentaje de entrevistados que manifiestan ahorrar al menos la mitad de su paga es del 42%. En cambio, los que confiesan no ahorrar nada se sitúan alrededor del 6%-7%.
Así se desprende de la Encuesta de Educación Financiera Funcas 2022, realizada a 1.200 personas residentes en España de edades comprendidas entre 18 y 29 años y publicada hoy con motivo del Día de la Educación Financiera.
El dinero con el que cuentan los jóvenes que estudian y no obtienen ingresos del trabajo proviene de diferentes fuentes. Es poco habitual que perciban dinero por realizar tareas domésticas o familiares o por obtener buenos resultados en los estudios. Más frecuente, pero también minoritaria, es la percepción de una paga periódica. Menos de la mitad de los jóvenes que se dedican exclusivamente a estudiar reciben una paga (42%: 15%, semanal, y 27%, mensual). A más de la mitad de quienes no la reciben (53%) les gustaría recibirla.
Nueve de cada diez jóvenes encuestados (89%) poseen al menos una cuenta bancaria y alguna tarjeta física. En un entorno en el que prevalece la preferencia por evitar el efectivo como medio de pago, aproximadamente tres de cada diez jóvenes de 18 a 24 (29%) con tarjeta bancaria propia afirman preferir pagar las compras con dinero, coincidiendo con el porcentaje de quienes prefieren pagar con el móvil (29%). Sin embargo, la mayoría (42%) se inclina por el uso de la tarjeta. La huida del efectivo aún es más evidente entre los jóvenes de 25 a 29 años, y especialmente entre las mujeres en este grupo de edad (el 85% de las cuales prefiere pagar con tarjeta o mediante el móvil, frente a un 15% que manifiesta su preferencia por el efectivo).
La convivencia con los progenitores facilita el ahorro, pero además procura un espacio de aprendizaje de experiencias, actitudes y hábitos en relación con el uso y la administración del dinero. De hecho, el 78% de las encuestadas y el 70% de los encuestados se refieren a la familia como la institución que más les ha enseñado en cuestiones relacionadas con el manejo del dinero.
A la escuela le conceden mucha menos importancia como fuente de aprendizajes financieros. De hecho, el 77% de los encuestados niega haber tratado alguna vez, en clase, con los profesores, cuestiones concernientes a la gestión del dinero propio. Y entre los que afirman haber tratado alguna vez sobre estos temas (23%), casi dos terceras partes (63%) consideran que el tiempo dedicado en clase ha sido escaso.
Dentro de las familias, las madres cobran especial protagonismo en materia de educación financiera. Preguntados por quién representa para ellos un ejemplo a seguir en asuntos relacionados con la gestión de dinero, la respuesta más frecuente es mi madre (38%), con un porcentaje notablemente por encima de la referida al padre (25%) o a los abuelos (7%). La referencia a la madre es la más frecuente tanto entre las entrevistadas como entre los entrevistados, si bien alcanza un porcentaje más alto en el primer caso (42% frente a 34%).
La madre aparece también como la respuesta más citada cuando los entrevistados han de señalar la persona a la que pedirían consejo sobre lo que hacer si recibieran de manera imprevista una cantidad relevante de dinero, más de 3.000 euros. El 40% menciona a la madre, respuesta que entre las entrevistadas llega al 45%, diez puntos porcentuales más que entre los hombres (35%), cuya respuesta más frecuente es nadie (42%).
En cuanto al futuro, se muestran más optimistas que pesimistas. El 55% de los entrevistados ven su futuro en el corto y medio plazo (5-10 años) con optimismo, triplicando la proporción de quienes lo ven con pesimismo: 18% (un 28% opta por la respuesta ni con optimismo ni con pesimismo).