Y han caído ya un 68% hasta junio
Reino Unido se mantuvo en el primer semestre del año como el segundo país que más ha invertido en España pese a la crisis del coronavirus y el Brexit, con 1.004 millones de euros, solo por detrás de Suiza. Sin embargo, la inversión británica en España disminuyó un 68% en los seis primeros meses del año en comparación con los 3.125 millones del año pasado.
Un 44% de empresas británicas prevé reducir sus inversiones en España este año y un 45% mantenerlas para 2021, mientras que un 73% ve un clima malo o regular para hacer negocios.
Todo esto según los resultados presentados este lunes del VI Barómetro sobre clima y perspectivas de la inversión británica en España, por la Cámara de comercio Británica en España y desarrollado conjuntamente con Analistas Financieros Internacionales (Afi) este lunes, que destaca que pese a la menor inversión se da continuidad a los registros positivos de la inversión extranjera directa (IED) británica en España.
Únicamente en dos de los últimos 15 años la IED británica en España ha registrado más desinversiones que inversiones, lo que ha permitido a Reino Unido pasar de ser el sexto mayor inversor en España en 2015 al segundo en la actualidad.
Además, en los 16 trimestres transcurridos desde el referéndum del Brexit, esos flujos de inversión británica hacia España han ascendido a 14.665 millones de euros, representado el 13% de toda la inversión extranjera recibida por España.
Hasta junio, Suiza (2.963 millones) lideró la inversión extranjera directa en España, seguida de Reino Unido (1.004 millones), Francia (766 millones), Japón (514 millones), Alemania (465 millones), EE.UU. (316 millones) y Países Bajos (172 millones).
En la primera mitad de 2020, la demarcación más beneficiada por la IED británica fue Madrid, con 773,1 millones de inversión que multiplican casi por cinco a los de la segunda clasificada, Cataluña, con 165,7 millones, y por treinta a los de la tercera, Andalucía, con 26,1 millones.
En cuanto a las regiones que se han beneficiado más de la inversión británica en el periodo de recuperación desde 2014, Madrid, con 10.671 millones, vuelve a encabezar un ranking que completan Cataluña (2.164,8 millones) y el País Vasco (1.871,8 millones).
Durante el acto de presentación del barómetro, Hugh Elliott, el embajador de Reino Unido en España, ha destacado que los datos son una "excelente muestra de la fuerte relación comercial entre Reino Unido y España". "Reino Unido es el principal inversor de la Unión Europea en España, esta estrecha relación económica y de amistad continuará tras el período de transición", ha augurado.
Por su parte, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha subrayado "la estabilidad de la relación entre España y Reino Unido, y cómo el 34% de la inversión extranjera realizada desde la Comunidad de Madrid va dirigida también al país británico".
Almeida ha garantizado que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid van a seguir "con el modelo de las últimas décadas, de apertura, baja presión fiscal y esfuerzo continuo en aras de la simplificación regulatoria para dotar a la región de un marco de condiciones y de la estabilidad suficiente para que quienes quieran invertir en Madrid puedan seguir haciéndolo".
LA INVERSIÓN BRITÁNICA INSTALADA EN ESPAÑA ALCANZA UN NUEVO RÉCORD
En 2018, último año para el que se han calculado los stocks de inversión extranjera directa en España, Reino Unido fue el segundo inversor más importante por cuarta ocasión consecutiva, dando continuidad al crecimiento ininterrumpido de ese stock desde 2013 y situándolo en la cifra récord de 63.225 millones de euros, que representa el 14% del total de IED en España, solo superado por Estados Unidos (17%) y por delante de Francia (12%), Alemania (10%) e Italia (9%).
Por sectores, ese stock se reparte sobre todo por el de la energía, con 10.745 millones de inversión instalada, cuatro veces más que en 2016, el de las telecomunicaciones (8.917 millones), el tabaco (6.177 millones) y la fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones (4.982 millones).
El presidente de la Cámara de Comercio Británica en España, Luis Pardo, ha resaltado que el stock británico es "marcadamente productivo y sustenta 235.600 puestos de trabajo, el 60% directos", un dato que junto a otros "acreditan la buena salud de la relación bilateral entre los dos países incluso en un contexto impactado por una pandemia global y por el desenlace cada vez más inminente del Brexit".
LA MAYORÍA VE MALO O REGULAR EL CLIMA DE NEGOCIOS EN ESPAÑA
Por otra parte, el VI Barómetro sobre clima y perspectivas de la inversión británica en España de la Cámara de Comercio Británica en España incorpora también una encuesta realizada entre los meses de julio y octubre de este año a las más 1.550 empresas activas en España con capital mayoritario británico.
La encuesta refleja un "notable deterioro" en la percepción del clima para hacer negocios por los efectos colaterales de la crisis del Covid, ya que si hace un año solo un 19% de los encuestados tildaba de regular el clima de negocios en España y ninguno lo consideraba malo, hoy se decantan por esas dos opciones el 73%, una cifra similar a la de los que en 2019 creían que bueno o aceptable (81%).
El dato de clima se obtiene además promediando nueve temáticas y las nueve han empeorado su puntuación respecto al año pasado, incluidas las relativas al riesgo político, al mercado laboral o al grado de digitalización de nuestra economía.
Además, con carácter previo a la crisis del Covid, un 58% creía que crecería en 2020, mientras que en el mundo post-Covid-19 un 93% espera que caiga este año, y un 47% que seguirá haciéndolo en 2021.
En cuanto a sus perspectivas de inversión en España, un 44% de las empresas británicas prevé reducirlas respecto a 2019. De cara a 2021, predomina su mantenimiento (45%) y, tanto este año como el que viene, su principal foco va a ser el aprovechamiento de oportunidades derivadas de la pandemia.
Por último, sigue registrándose una baja afectación del Brexit en la disposición inversora de las empresas británicas en España, puesto que solo un 20% atribuye la bajada de sus inversiones este año a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, una decisión que imparten sobre todo los temores a la aparición de exigencias o barreras regulatorias (62%) o de costes arancelarios (43%).