Además, otro 32% probablemente experimente cambios importantes
Alrededor del 14% de los puestos de trabajo en toda la zona de la OCDE corren el riesgo de ser automatizados, mientras que otro 32% probablemente experimente cambios importantes, según el análisis previo que se incluye en el informe elaborado por la organización sobre creación de empleo y desarrollo económico local para el año 2018. En él se refleja, además, que la variación geográfica en el riesgo de la automatización del trabajo es sorprendentemente alta.
El riesgo de la automatización del trabajo es mucho mayor en algunas regiones que en otros países, lo que significa que los gobiernos tendrán que abordar cualquier ampliación de la desigualdad laboral entre un área y otra en los próximos años, considera la OCDE. De hecho, la proporción de puestos de trabajo con alto riesgo se acerca al 40% en algunas regiones y es tan baja como el 4% en otras.
La proporción de puestos de trabajo con alto riesgo se acerca al 40% en algunas regiones y es tan baja como el 4% en otras
Dentro de los países, la proporción de empleos con alto riesgo de automatización varía más en España, con 12 puntos porcentuales de diferencia entre las regiones de mayor y menor riesgo.
"La innovación tecnológica como la automatización puede impulsar el crecimiento de la productividad, generar nuevos empleos y contribuir a un mejor nivel de vida. Pero debemos protegernos contra cualquier aumento en las divisiones regionales en la calidad del empleo y el empleo". "Nuestro enfoque debe estar en mejorar las habilidades y la eficiencia de la empresa en todas las regiones", ha dicho el secretario general de la OCDE, Angel Gurría.
Sin embargo, el informe incluye que el 60% de las regiones en los 21 países estudiados han creado más empleos con un riesgo bajo de automatización desde 2011 que la cantidad de puestos de trabajo que han perdido en los sectores de alto riesgo de automatización. Las zonas con una menor proporción de empleos en riesgo de automatización tienden a estar altamente urbanizadas, con trabajadores altamente calificados y un fuerte sector servicios.
La OCDE pide mayores esfuerzos para mejorar las habilidades en la fuerza de trabajo, particularmente en áreas rurales, y para mejorar la eficiencia en las empresas para que puedan reducir la proporción de trabajadores que realizan tareas rutinarias que corren un mayor riesgo de automatización.
"Tanto los gobiernos centrales como las autoridades locales deberán compatibilizar la necesidad de permitir que la automatización aumente la productividad con la necesidad de gestionar las pérdidas de puestos de trabajo que podría conllevar, especialmente en regiones que ya tienen un bajo crecimiento de la productividad y un alto desempleo", exigen.
Por otro lado, el estudio también encuentra diferencias notables en el acceso al empleo de calidad en diferentes regiones de los países de la OCDE. Las disparidades han aumentado en términos de número y calidad de los nuevos empleos creados, el desempleo y el logro educativo. Más de la mitad de todas las regiones sufrieron un descenso en la población en edad de trabajar, mientras que las ciudades y los pueblos continúan atrayendo a jóvenes trabajadores educados a expensas de las zonas rurales.
La proporción de personas con trabajo temporal y a tiempo parcial también varía sustancialmente. En países como Francia, Bélgica, Hungría, Italia, España o Grecia, la brecha entre regiones supera los 10 puntos porcentuales.