1.400 en España frente a 9.500 en Holanda: las ayudas a los afectados por ERTE en la UE
Los gobiernos de toda Europa han ideado esquemas de desempleo temporal frente al coronavirus
España paga a los trabajadores afectados por Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) uno de los subsidios de desempleo más bajos de toda Europa. En concreto, el máximo contemplado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es de 1.412 euros, frente a los 9.538 euros a los que pueden acceder aquellos que se han quedado en el paro de forma temporal debido a la crisis del coronavirus en Países Bajos.
Así se desprende de un informe que ha elaborado Berenberg, en el que compara las medidas de apoyo a los trabajadores que han adoptado los gobiernos europeos para hacer frente al parón económico provocado por la pandemia, con el objetivo de evitar la destrucción de empleo. "Los planes son comparativamente generosos en los Países Bajos y menos en Italia y España", remarca la casa de análisis alemana.
Y es que Italia es el país europeo con la ayuda más baja para los afectados por ERTE. En concreto, el Gobierno que lidera Giuseppe Conte ha puesto en marcha un subsidio de, en principio, dos meses de duración que cubre hasta el 80% del salario bruto de los trabajadores. El máximo que se paga a los italianos es de 1.129 euros, y se pueden acoger a esta figura todas las empresas con al menos 15 empleados, que deberán seguir pagando las cotizaciones sociales. Para las que no cumplan este supuesto, para los autónomos y para los trabajadores temporales se ha fijado una ayuda mensual de entre 500 y 600 euros.
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España es la segunda economía europea con el subsidio más bajo. La prestación por desempleo que cobra un trabajador se calcula en función de la 'base reguladora', que es la media de la base de cotización que ha tenido durante los últimos seis meses. Cuanto más altas son las nóminas de un trabajador, mayor es su base de cotización, por lo que cuanto más se haya cotizado, más paro podrá cobrar. No obstante, la ley fija unos topes mínimos y máximos, siendo la máxima en 2020 (la contemplada para los trabajadores con dos o más hijos a cargo) de 1.411,83 euros.
Las ayudas acordadas por el Gobierno, que incluyen la prohibición de despedir durante los seis meses posteriores a la vuelta al trabajo, cubren hasta el 70% del salario bruto durante un periodo de seis meses, y después la prestación por desempleo será del 50%. Las empresas con menos de 50 trabajadores no tendrán que pagar las cotizaciones sociales, pero todas aquellas con una plantilla que supere el medio centenar de personas deberán cotizar un 25% aunque hagan ERTE.
En nuestro país, según el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, hay cuatro millones de trabajadores afectados por un ERTE, aunque el Gobierno ha reconocido que el retraso administrativo por el aluvión de expedientes presentados ha impedido a algunos trabajadores cobrar el paro en abril, por lo que tendrán que esperar hasta mayo.
Para los autónomos, se ha aprobado una ayuda mensual de 661 euros para todos aquellos que hayan visto suspendido sus negocios por el brote o hayan sufrido una pérdida del 75% de sus ingresos. Además, habrá un subsidio de 430 euros para los trabajadores temporales cuyo contrato haya expirado en medio del estado de alarma, aunque no tuviesen derecho a él.
LOS PAÍSES QUE MÁS PAGAN
Es cierto que las diferencias salariales de los españoles o italianos respecto a los alemanes u holandeses son grandes, y eso puede justificar en parte la desigualdad tan grande que se da en los subsidios. Aunque no deja de ser llamativo que en Países Bajos, por ejemplo, el Estado cubra hasta el 90% del salario bruto de los afectados por ERTE, con un máximo de 9.538 euros. La ayuda está pensada para un periodo de tres meses, aunque se podrá solicitar una única prórroga de otros tres.
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En Holanda la compensación depende de la pérdida de negocio, de forma que si el volumen disminuye en un 100%, 50% o 25%, la compensación será del 90%, 45% y 22,5%, respectivamente. Se pueden acoger empresas que esperen perder al menos un 20% de su volumen de negocio entre marzo y mayo, en comparación con 2019. El Estado cubrirá el 30% de las contribuciones a pensiones y de las primas a los empleados, y en el caso de los autónomos, ha creado una ayuda especial de 1.050 euros durante tres meses.
¿Y qué pasa en Alemania, Francia o Reino Unido? El Gobierno de Angela Merkel cubre el 67% del salario neto de los afectados por ERTE (60% para los trabajadores sin hijos), aunque el SPD ya ha propuesto aumentar el subsidio hasta el 80%. La medida se ha aprobado para 12 meses, aunque puede extenderse a 24, y se paga hasta un máximo de 6.700 euros. Berlín compensa totalmente al empleador por las contribuciones a la seguridad social, pero tiene prohibido despedir durante el periodo que se acoja a esta medida. Los autónomos y las PYMES (menos de 10 trabajadores) pueden recibir una única ayuda de hasta 15.000 euros.
Francia, por su parte, ha aprobado un subsidio que cubre el 70% del salario bruto, hasta un máximo de 6.927 euros, durante 2 meses para los afectados por ERTE. Eso sí, los trabajadores con salario mínimo cobrarán el 100%. Las empresas que se acojan a esta figura tendrán prohibido despedir durante el periodo, y los los autónomos y los propietarios de pequeñas empresas (menos de 1 millón de euros de facturación anual y menos 600.000 euros de beneficio bruto anual) podrán optar a una ayuda de 1.500 euros.
Por último, Reino Unido cubre el 80% del salario bruto de los trabajadores incluidos en un ERTE, hasta un máximo de 2.500 libras esterlinas. El Ejecutivo de Boris Johnson ha aprobado esta medida para un periodo de 4 meses, y tanto los empresarios como los empleados tienen que estar de acuerdo. En cualquier caso, se exige que los trabajadores estén suspendidos por un mínimo de tres semanas. Para los autónomos, hay un programa de apoyo para aquellos que ganan hasta 50.000 libras, que pueden acceder a una subvención del 80% de los ingresos mensuales anteriores (hasta 2.500 libras) en los últimos tres años. Las primeras subvenciones se pagarán en junio durante al menos tres meses.
Según Berenberg, Europa se ha volcado con los ERTE porque eso permite a las empresas "retener más fácilmente a sus trabajadores", que además se benefician porque "no son despedidos y siguen recibiendo una compensación que, aunque normalmente es inferior a su salario regular y con un tope máximo, excede los beneficios estándar de desempleo". Además, esta figura pone las cosas mucho más fáciles de cara a la vuelta al trabajo, sin olvidar que los empresarios "ahorran dinero en despidos (indemnizaciones, largos períodos de preaviso, demandas judiciales, etc.), contrataciones y formación".
