Yellen otra vez en escena

El panorama general luce favorable para la moneda norteamericana de cara a la sesión americana del martes, con el euro que, si bien oscila en rangos de precios muy estrechos, entre 1,24 y 1,25, no logra levantar cabeza, y se aleja de la posibilidad de ganar terreno al menos en el corto plazo.

El quiebre de 1,2405, primer soporte relevante desde el actual 1,2440, podría llevar a la moneda única a visitar nuevos mínimos de algo más de dos años, por ahora fijados en 1,2355. La libra Esterlina volvió a trastabillar a primera hora, con la publicación del siempre estable PMI de construcción, que esta vez creció por debajo de lo esperado, impidiendo que la moneda británica se sostuviera por encia de 1,57. Su tendencia nuevamente es bajista, aunque también tiene soportes muy cercanos al nivel actual, con un objetivo de mínima en 1,5585, por ahora lejano. El yen, afectado por varios factores, se ubica cerca de su mínimo de 7 años que tocó el lunes en 119,15. A la devaluación propia impuesta por el Banco de Japón a fines de octubre, y que tuvo efecto durante todo el mes de noviembre, se le suma ahora una perspectiva negativa de su deuda soberana, nota que publican algunas calificadoras de riesgo.

Este diagnóstico no puede llegar en peor momento: Japón trata de salir de muchos años de estancamiento y de deflación, y aunque el esfuerzo del gobierno local es inmenso, no alcanza aún para lograr dicho objetivo. Sin embargo, bajar la calificación de su deuda soberana aparece como exagerado. Si la deuda de Japón corre riesgos, cabe preguntarse que cabe para ciertos países latinoamericanos, y también para algunos del sur europeo. En la línea del euro, la libra y el yen se mueven el dólar australiano, el dólar canadiense y el dólar neocelandés.

El aussie está otra vez cerca de sus mínimos de 4 años, en un movimiento fogoneado por el Banco de la Reserva de Australia, que días atrás expresó su preocupación por la fuerza de su moneda. El dólar australiano había llegado 1,10 cuando el dólar estaba en sus niveles más bajos, y no se escucharon declaraciones de este tipo. Pero devaluar en medio de un alza del dólar luce sencillo y políticamente fácil de explicar. En cuanto al petróleo, que ocupa las columnas de opinión hasta en medios que habitualmente no hablan de mercados, tiene pronósticos sombríos, aunque en nuestra opinión no tanto: algunos analistas lo ven llegando a 35 dólares, el mínimo que tocó en 2009 en plena crisis económica mundial.

Nuestra visión es que no caerá mucho más allá de los 60 dólares y, en cambio, tiene mucho más para ganar que para perder en el mediano plazo. No hay que olvidar que estamos en un ciclo alcista del dólar, y que cualquier noticia que afecte a los activos que cotizan contra el mismo es tomada en forma exagerada. El precio del petróleo, que técnicamente se encuentra en plena fase de pánico -la intermedia en un ciclo bajista-, refleja dicha exacerbación. No sería extraño que finalice el año por encima de los 75 dólares por barril.

La presentación de Janet Yellen, presidente de la Fed, a las 8:30 del este, acapara ahora la atención de los inversores. Las palabras de Yellen sirvieron de mucho al dólar en los últimos tiempos, aún cuando la funcionaria habla con extrema moderación. Y no hay motivos para pensar que en la fecha pueda haber una excepción a este estado de cosas. Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el miércoles.