La evolución de la prima de riesgo es fundamental para la moneda única, según Ebury
El euro encara las elecciones italianas de este 25 de septiembre tras haber ampliado sus máximos de 20 años contra el dólar hasta las inmediaciones de los 0,97 dólares en una tendencia claramente bajista con destino, según el análisis técnico, en la zona de los 0,96 dólares. Estos comicios suponen un riesgo adicional para la eurozona en un momento muy delicado y la huella del resultado electoral no se limitará sólo a Italia: euro y Banco Central Europeo (BCE) se verán condicionados.
En estos términos se expresa el equipo de análisis de Ebury, quien destaca el cambio de ‘status quo’ en la política italiana y de la eurozona que supone una victoria de la alianza de centro-derecha, formada por Forza Italia, Lega, Noi Moderati y liderada por Fratelli d'Italia (Fdl), la formación ultraderechista de Giorgia Meloni. El nuevo gobierno se enfrentará a importantes retos, tales como aprobar una ley presupuestaria antes de fin de año, enfrentar una posible escasez de energía este invierno o introducir las reformas necesarias para asegurar el siguiente tramo de los fondos de ayuda de la Unión Europea (UE).
Por lo tanto, “una supermayoría de la coalición de centro-derecha -los sondeos otorgan un 45% de los apoyos- podría dar lugar a futuras tensiones entre el gobierno italiano y los organismos de la UE, lo que forzaría una subida inmediata de los diferenciales de la deuda y un posible movimiento modesto a la baja del euro”, indican desde la fintech especializada en pagos internacionales. Asimismo, la entidad financiera considera que una coalición sin el partido Forza Italia de Silvio Berlusconi, considerado el más centrista y pro-UE de los partidos de la alianza, “también se percibiría como bajista para el euro”, aunque ven “poco probable este escenario”.
La sola celebración de elecciones va a retrasar la elaboración de los presupuestos, explican los analistas de Ebury, y complica así la implementación de las inversiones en Italia del fondo europeo de recuperación, cruciales para la segunda economía más endeudada de la zona euro (alrededor del 150% del PIB). Esto ya se ha reflejado en un aumento de la prima de riesgo de Italia, representada por el diferencial entre los rendimientos de la deuda pública italiana y alemana a 10 años.
En cuanto a la política fiscal, la alianza de derecha tiene una visión liberal de la economía y proponen introducir un impuesto único, suprimir la renta básica e introducir la preferencia nacional en el acceso al empleo y la vivienda. Sin embargo, mientras proponen reducir impuestos, también abogan por aumentar el gasto en pensiones e infraestructuras (lo que podría llevar a un aumento del déficit público). Por ello, “los detalles del paquete de gasto serán clave, ya que un aumento del déficit podría provocar un enfrentamiento con el BCE”, alertan desde la empresa especializada en pagos internacionales.
Además, “Meloni es muy crítica con la Unión Europea, lo que podría generar tensiones y poner en riesgo el plan de recuperación europeo (por el que Italia ya se ha asegurado fondos por 190.000 millones de euros entre préstamos y subsidios)”, explican desde Ebury, Por ello, “creemos que la evolución de la prima de riesgo será clave, al igual que la reacción tanto del gobierno italiano como del BCE en el caso de un nuevo estallido de los diferenciales de Italia”.
Así, “un fuerte aumento de la prima de riesgo en los días siguientes a la votación podría conducir a una depreciación del euro, debido a un mayor peligro de fragmentación en el mercado de bonos de la eurozona”. Asimismo, el tiempo que se tarde en formar la coalición también puede ser importante para los mercados financieros. “Cuanto más se prolonguen las negociaciones, mayor será el riesgo de una depreciación para la moneda común”, prevén los analistas de Ebury.
“Creemos que la situación política de Italia supone un riesgo a la baja para la moneda común, pero en general al menos por el momento, la reacción del euro será limitada”, concluyen. “En nuestra opinión, la evolución de los mercados energéticos, las noticias de la guerra entre Rusia y Ucrania y las próximas decisiones políticas del Banco Central Europeo cobrarán mayor importancia”, redondean.