(Perfil) Quique Setién, un admirador de Cruyff para intentar reconducir el juego del Barça

Europa Press | 13 ene, 2020 23:24

BARCELONA, 13 (EUROPA PRESS)

Enrique Setién Solar, nacido en Santander (Cantabria) el 27 de septiembre de 1958, llega al FC Barcelona para su su nuevo primer entrenador a sus 61 años, con un buen bagaje como técnico y un estilo cruyffista que no intentó esconder sino inculcar en sus anteriores equipos, y que destacó en un Real Betis que fue capaz de ganar en el Camp Nou al Barça de Ernesto Valverde, al que sustituye.

Con el estilo ofensivo, con el balón como protagonista y buscando la efectividad y el buen gusto como bandera, Quique Setién llega a Barcelona con una gran carta de presentación. Como jugador ya era fino, y como entrenador intenta copiar, pues no se esconde de ello, el estilo que impulsó Johan Cruyff en el Barça y que Pep Guardiola llegó a prácticamente la perfección.

Llega con 61 años, y la madurez y la experiencia que le da su edad, pero con la ilusión de poder por fin coger las riendas de un Barça al que ha sufrido y al que ha admirado. No llega, para nada, en un buen momento al Camp Nou, pues hacía tiempo que no se veía un cambio de entrenador a mitad de temporada. El equipo es colíder en LaLiga Santander, está vivo en Copa y 'Champions' pero se ha perdido la Supercopa de España y no había síntomas, ni juego, para ser optimista.

Setién deja el 'paro' y regresa a LaLiga Santander para intentar llevar al éxito la nave blaugrana. Entrenador de 'ADN' Barça, con gusto por el fútbol ofensivo y de asociación, figuraba entre las quinielas por su estilo de juego y por haber loado en numerosas ocasiones a un Barça que ya no sufrirá como rival.

"Por concepto, sí. He copiado muchas cosas del Barça desde que instauró esa forma de jugar. Ese estilo ya lo sentía como futbolista, ya me llamaba la atención entonces", comentó el propio Setién en una rueda de prensa preguntado por si creía que tenía estilo Barça. Y lo tiene, en las venas, ya como jugador pero más como entrenador.

El cántabro deberá sacar rédito de su estilo y de unos jugadores que ya brillaron jugando a lo que más le gusta a Setién; a tener el balón y a poner en liza un fútbol vistoso y efectivo, basado en mirar la portería rival y con una presión alta que garantice tener cerca poder llevarlo a cabo.

Y es que este cambio, inusual en Can Barça a mitad de temporada, busca también que Quique Setién pueda enderezar el rumbo europeo y llevar a buen puerto a un equipo que, en las dos últimas campañas, ha sido eliminado con duras derrotas a domicilio en Roma y en Anfield, pese a llevar ventaja de la ida en ambos casos.

La afición culé conoce bien a Setién. No es la primera vez que sonaba como futurible para el banquillo, y ahora que se ha confirmado su llegada, el aficionado blaugrana espera ver jugar a su equipo como aquel Real Betis que el 11 de noviembre de 2018 ganó por 3-4 en el Camp Nou al Barça del ya exentrenador Ernesto 'Txingurri' Valverde.

El pasado de Setién puede iluminar el presente y futuro más inmediato de un Barça que necesita reencontrarse a sí mismo. Leo Messi, el capitán y referente del equipo, sigue a un gran nivel pero alcanzó su máximo a las órdenes de Guardiola o Vilanova, de un gusto y con una táctica similar a la que Setién podría imponer de nuevo en Can Barça.

Lejos del resultadismo, del patadón arriba, de un juego directo y sin dar importancia al hecho de estar encerrados atrás buscando la contra. Fue el actual seleccionador español, Luis Enrique Martínez, quien empezó a cambiar el juego y el ADN blaugrana pero a gran nivel. Con Ernesto Valverde, el juego fluido y bonito estaba ya en fase de extinción.

Con Setién, si es firme y leal a su pasado inmediato en el Betis, o al previo en Las Palmas o Lugo, el juego del equipo catalán debería cambiar. A falta de ver si retoca el sistema, si apuesta por reflotar el 4-3-3 más ofensivo y atrevido, o por imponer una táctica que haga volver locos a unos rivales que ya conocen demasiado a este Barça, lo cierto es que tiene poco margen de tiempo pues los títulos se deciden en apenas cuatro meses.

Y títulos es lo que le falta a Quique Setién, que en este apartado tiene hambre. El único galardón recibido a nivel personal fue el de mejor entrenador del mes, en una ocasión, en la Liga. A nivel de clubes, no ha podido levantar nada. Eso sí, destacó en el Lugo con su fútbol atrevido, lo confirmó en Las Palmas y lo desarrolló mejor que nunca en el Real Betis, donde sí tuvo un escaparate que le hizo estar bajo el foco de clubes como el FC Barcelona, su nueva casa.

Tiene las herramientas para confeccionar un buen Barça que intente sonreír de nuevo. Los jugadores saben a qué suele jugar su nuevo técnico y la adaptación puede ser rápida. Eso sí, hará falta que se alineen los astros para que las aportaciones de Setién, si son más revolucionarias de lo esperado, sean bien acogidas por un vestuario acostumbrado a tener mucha vez en las decisiones del equipo.

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