El noruego y el ruso disputan el campeonato del mundo de ajedrez en Nueva York
En 1990 el mundo daba la bienvenida a la World Wide Web (WWW) o red informática mundial de la mano de Tim Berners-Lee. Un avance tecnológico en los tiempos en los que Unión Soviética caminaba hacia la disolución de la mano de Gorbachov mientras, por otro lado, Alemania reunificaba sus dos repúblicas: Demócratica y Federal. Ese mismo año, también vio nacer a dos genios del ajedrez que estos días disputan el cetro mundial en Nueva York: Magnus Carlsen y Serguéi Karjakin.
El noruego y el ruso protagonizan desde el 11 de noviembre en el antiguo edificio del Fulton Market, a escasos minutos de Wall Street, el enfrentamiento más mediático de la época moderna del ajedrez. Este encuentro concentra la mirada de todos los aficionados por varios motivos: la popularidad de Carlsen y su invencibilidad, la gran irrupción de Karjakin ysu gran momento de forma y, por último, la incorporación de las nuevas tecnologías con cámaras de realidad virtual han dado un importante paso en el atractivo de este tipo de eventos.
Pero, sin duda, la opción de que el noruego pueda ser destronado por el aspirante ruso se convierte en uno de los puntos claves de este enfrentamiento. Rusia no vence en este deporte, el cual ha dominado históricamente desde la URSS con figuras como Alexander Alejin, Mijail Botvinnik, Boris Spassky, Anatoly Karpov o Gari Kasparov. Pero que desde 2006 no logra recuperar.
'EL NIÑO DE PUTIN'
En la ciudad Simferópol situada en la península de Crimea, nacía Serguéi Karjakin el 12 de enero de 1990. El futuro niño prodigio del ajedrez llegaba al mundo, el mismo mes y año, en el que uno de los maestros del tablero y héroe soviético, Garri Kaspárov 'El Ogro de Bakú', hacia historia de superar la barrera de 2.800 puntos en el Elo ranking.
Las victorias soviéticas en ajedrez eran celebradas por entonces como actos heroicos nacionales. Este fenómeno tuvo una gran repercusión en el joven Serguéi Karjakin. Con apenas cinco años, le mostró a su familia su pasión por la estrategia con las 16 piezas. Con diez años abandonó la escuela y tardó muy poco en pasar de ser promesa a genio de este deporte.
Con solo 12 años y 7 meses, logró ser el jugador más precoz en lograr el título de Gran Maestro. Karjakin y su talento se convirtieron con rapidez en un estandarte nacional. Más aún, cuando el ajedrecista decidió cambiar la nacionalidad ucraniana por la rusa cuando consideró que era lo mejor para sus intereses. Rusia recibía esta decisión con los brazos abiertos.
Este joven daba pasos de gigante también en su vida personal. Rompió con su manager a los 15 años, dejó de viajar con sus padres a los torneos, se divorció de su primera esposa, la también ajedrecista Kateryna Dolzhikova, volvió a casarse y ya es padre de un niño. Todo ello con tan solo 26 años.
El presidente ruso, Vladímir Putin, vio en él una figura perfecta para representar al país y, en estos tiempos, con más razón. Tras las sanciones vividas por organismos internacionales en baloncesto y el otro deporte que provee de héroes a Rusia, el atletismo, por múltiples casos de dopaje, el ajedrez aparece de nuevo como el fenómeno que puede representar el orgullo ruso.
Karjakin también le ha declarado su 'amor' al presidente de Rusia. Este joven de 26 años nacido en Crimea y defiende públicamente la adhesión de su región al país que preside Putin. Por ello, la reconquista de la corona mundial del ajedrez que, desde 2006 con Vladímir Krámnik no pertence a Rusia, en un importante objetivo por la patria. Y ahora lo está rozando con los dedos, pero un gran rival se lo impide...
EL REBELDE NORUEGO, ALIADO DE KASPAROV
El 30 de noviembre de 1990 Magnus Carlsen nacía en un suburbio de Oslo. Noruega daba la bienvenida a un niño que decidió dedicar todo su talento en una disciplina con escasa tradición en su país: el ajedrez.
El pequeño Carlsen mostraba desde muy pequeño una capacidad fuera de lo común. Su cociente intelectual de 186, que le llevó incluso a sufrir ciertos problemas de adaptación escolar, le llevó a lograr hazañas como: recitar los 436 municipios de Noruega y las banderas y capitales de todos los países de la ONU, con solo 4 años.
Sus habilidades se centraron en el uso de 16 piezas móviles sobre el tablero y muy pronto alcanzó la excelencia internacional. Carlsen se convirtió en Gran Maestro a los 13 años y 148 días, siendo la tercera persona de la historia más precoz en alcanzar este reconocimiento. Actualmente, a sus 25 años-esta semana cumple los 26 años-, es el número 1 del mundo y ostenta el récord histórico de 2.872 puntos acorde al Elo ranking.
En 2016 es un icono en Noruega. Las revistas nacionales le han llevado a sus portadas. Y marcas como Porsche o G-Star Raw han decidido contar con Carlsen como imagen para sus campaña. No es extraño que sus partidas sean retransmitidas por la televisión noruega e incluso presenta un programa de máxima audiencia llamado 'Smart is the new sexy' (La inteligencia es el nuevo atractivo).
Campeón del mundo de ajedrez en tres ocasiones (2013/2014/2015), con el segundo de ellos logró datos de audiencia de 2.76 millones de noruegos, de una población de cinco millones, que siguieron al menos en parte el duelo de 10 días retransmitido en directo por la cadena pública NRK. Una transcendencia que también ha sabido utilizar para montar su propia empresa. Play Magnus, que se dedica a la promoción del ajedrez, está valorada en 15 millones de euros.
Conocido también como el 'Mozart del ajedrez', Magnus Carlsen es considerado como el ser humano que ha jugado de la manera más perfecta a este deporte de tablero en la historia. Un reconocimiento que ha llegado del mismisimo Kasparov: “No tiene prácticamente ningún punto débil”, dijo hace unas semanas. “Y tiene mucho apoyo”, añadió
El respaldo de Kasparov a Carlsen va más allá. Porque en esta ocasión sirve como el gran aliado para impedir que uno de sus grandes enemigos, Vladimir Putin, alcance su objetivo.
NUEVA YORK, 26 AÑOS DESPUÉS
Karjakin y Carlsen unen sus historias en Nueva York. Los dos productos 1990 se disputan el trono mundial de ajedrez estos días en el Fulton Market Building en Manhattan, muy cerca de la conocida Torre Trump. Dos niños prodigio, dos hijos del frío le muestran su capacidad al mundo sobre un tablero. El sueño de Putin contra el ojo derecho de Kasparov se disputan un millón de euros de la bolsa de premios.
Serguéi Karjakin busca su primer título mundial de ajedrez y convertirse en el nuevo héroe de Rusia. Por su parte, Magnus Carlsen tiene como objetivo su cuarta corona mundial y continuar agrandando su leyenda. De momento, ambos empatan a 6 partidas. El miércoles se jugarán el todo por el todo en un agónico desempate.
Tras 19 días de tensión y 12 partidas el ganador se deberá decidir con: 4 semirrápidas (25 minutos + 10 segundos adicionales por movimiento). Si se mantiene el empate, Carlen y Karjakin disputarán dos partidas de con cinco minutos más tres segundos adiccionales, y si aún se mantuviera la igualdad, cuatro partidas más de dos partidas con el mismo control de tiempo. Todo ello debería dar un ganador pero, en el caso de no haberlo se decidiría con la muerte súbita: una partida que consiste en 5 minutos para las blancas, 4 para las negras (si la partida no ha terminado tras 60 movimientos, habrá un incremento de dos segundos por jugada), y las blancas estarían obligadas a ganar.