Jugadores con precios desorbitados que pasaran a un segundo plano
El mercado de fichajes se ha convertido en la salsa del fútbol durante aquellos meses de verano en los que el balón se detiene y los diferentes equipos comienzan a renovar sus plantillas y las esperanzas de sus aficionados.
Unos movimientos que han deparado históricos aciertos para los clubes, pero también estrepitosos fracasos que han dejado muy mermadas tanto las ilusiones de sus seguidores como, sobre todo, de las arcas de la entidad.
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A continuación, Bolsamanía recoge los diez peores negocios de la historia del fútbol. Jugadores que apuntaban al cielo y por los que se pagó una millonada, que acabaron saliendo por la puerta de atrás y dejando un agujero económico a sus espaldas.
¿Quién falta en esta lista?
Ricardo Kaká (66 millones. Del Milan al Real Madrid): Fue uno de los grandes pilares del segundo proyecto de Florentino Pérez en el club blanco y su rendimiento no pudo ser más decepcionante. Llegó en 2009 a cambio de una cifra astronómica y estuvo muy lejos de cumplir con las expectativas. Se marchó otra vez al Milan en septiembre de 2013... gratis.
Zlatan Ibrahimovic (69 millones del Inter al Barcelona): El sueco fue la gran apuesta del Barcelona tras la histórica temporada 2008/2009. Acabó en el conjunto catalán tras una operación en la que Eto'o acabó en el Inter y su mala relación con Guardiola le impidió rendir durante la temporada que estuvo en Barcelona.
Dmitro Chigrinskiy (25 millones del Shakhtar Donetsk al Barcelona): Probablemente el gran fiasco de Pep Guardiola en sus decisiones de mercado durante su etapa en el Barcelona. Fue una apuesta personal del técnico, se abonaron 25 millones, y después de una temporada sin pena ni gloria regresó al Shakhtar Donetsk por 15 millones.
Marc Overmars (40 millones del Arsenal al Barcelona): Otro fracaso de mercado con el Barcelona como protagonista. El conjunto catalán quiso sobreponerse a la salida de Figo en el 2000 con Overmars y la operación no pudo salir peor. El holandés no volvió a ofrecer los detalles de calidad que dejó en el Arsenal y comenzó su declive deportivo.
Nicolas Anelka (33 millones del Arsenal al Real Madrid): Lorenzo Sanz intentó en 1999 dar un nuevo aire al Real Madrid tras una temporada en blanco con el fichaje de Anelka y la jugada salió fatal. El francés, a pesar de ser delantero centro, presentó unos pésimos registros goleadores. A su favor, eso sí, está su decisivo papel en las semifinales de la Champions League de la temporada 1999/2000 con dos goles que valieron el pase del Real Madrid a la final.
Robinho (43 millones del Real Madrid al Manchester City): Llegó al Real Madrid como 'el nuevo Pelé' y su estrella se fue apagando poco a poco. A pesar de eso, el Real Madrid consiguió sacar 43 millones de euros al Manchester City por su salida en 2008. Nunca más se supo de él en la élite.
Andriy Shevchenko (46 millones del Milan al Chelsea): Otro caso similar. El delantero ucraniano, gran estrella mundial a principios del siglo XX, perdió toda su brillantez tras fichar por el Chelsea en 2006. Fue el fichaje más caro de la Premier League hasta 2011 y su rendimiento en Londres nunca estuvo a la altura.
Gaizka Mendieta (48 millones del Valencia a Lazio): Se convirtió en una de las grandes figuras del fútbol español durante los años noventa y el Valencia hizo su agosto traspasándole a la Lazio en 2001 por 8.000 millones de las antiguas pesetas en una puja en la que también formó parte el Real Madrid. En 2002 regresó a España en las filas del Barcelona pero jamás volvió a mostrar su mejor cara.
Fernando Torres (58 millones del Liverpool al Chelsea): El delantero madrileño cambió Liverpool por Londres en el mercado de invierno de 2011 por 58 millones de euros, convirtiéndose en el fichaje más caro del Chelsea. Su rendimiento no volvió a ser el que ofreció en Anfield y acabó saliendo al Milan tres años después por solo tres millones de euros...
Elvir Baljic (20 millones del Fenerbahce al Real Madrid): Probablemente uno de los grandes desconocidos de este ranking. El bosnio fue durante dos años el fichaje más caro de la historia del Real Madrid hasta la llegada de Figo después de pagar 26 millones de euros al Fenerbahce. Un negocio ruinoso por un futbolista que no demostró nada y que acabó saliendo gratis.
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