BERLÍN, 30 (dpa/EP)
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) ha condenado este miércoles los últimos episodios de violencia vividos en el fútbol amateur en el país, solicitando la ayuda de instituciones ajenas al deporte para afrontar el problema.
"Los numerosos actos de violencia, la falta de respeto y los ataques a los árbitros en las canchas de fútbol amateur nos han sorprendido, estamos indignados y anonadados", señalaron los principales directivos de la DFB en un comunicado.
La DFB manifestó que cualquier incidente "es demasiado, cualquier forma de violencia es inaceptable". Con respecto a los árbitros, los directivos, liderados por su presidente, Fritz Keller, aseguraron que los árbitros "no serán abandonados", al tiempo que solicitaron ayuda a instancias fuera del mundo del fútbol.
"No se trata solo de los tribunales deportivos, sino especialmente de la Policía, la Justicia y el sector político. Las canchas de fútbol no son zonas sin ley. Deseamos un mayor interés por parte de la Fiscalía y la Policía cuando se trata de delitos en el campo de fútbol", pidió.
Este mismo miércoles se ha conocido que un club de la liga regional de Berlín, el Friedenauer, suministrará guardaespaldas a los árbitros para garantizar su seguridad. "En nuestros partidos no ha habido violencia contra los árbitros. Pero hemos decidido garantizar la seguridad en el futuro", comentó al diario 'Bild' Ronny Herms, miembro de la junta directiva del club. Los gastos, estimados en 5.000 euros durante el resto de la primera mitad de la temporada, correrán a cargo del club. "Eso es difícil, pero la seguridad vale la pena", opinó el directivo.
El pasado fin de semana, la federación berlinesa canceló todos los partidos, incluida la liga regional de Berlín, debido al aumento de la violencia contra los árbitros, ya que durante la presente temporada solo en los campos de la capital alemana se registraron 53 ataques contra colegiados.
Asimismo, en un partido de la liga regional disputado el pasado domingo en la localidad de Münster, un jugador golpeó a un árbitro y lo dejó inconsciente. El jugador, de 28 años, derribó al árbitro, de 22, dejándolo inconsciente. Después de recobrar la conciencia, el hombre fue llevado a un hospital de Münster en un helicóptero de emergencias y el partido fue suspendido.