El juicio por el atentado contra autobús del Borussia Dortmund, visto para sentencia

Europa Press | 25 nov, 2018 14:00
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Autobús del Borussia Dortmund atacadoMARCEL KUSCH/DPA

DORTMUND (ALEMANIA), 25 (dpa/EP)

El juicio contra Sergei W., autor material del ataque con bomba contra el autobús del Borussia Dortmund, podría tener sentencia este martes, en un proceso en el que la Fiscalía exige cadena perpetua para el acusado y la defensa menos de diez años.

El jurado del Tribunal de Dortmund ha juzgado a Sergej W. durante once meses por un atentado en el que resultó herido el defensa español Marc Bartra. Los jueces interrogaron a los testigos, encargaron dictámenes periciales y dieron repetidamente al propio acusado la oportunidad de hablar. El veredicto contra el hombre que detonó tres bombas junto al autobús del Dortmund el 11 de abril de 2017 se espera este martes.

Los alegatos de la Fiscalía y de la defensa han puesto de manifiesto una vez más la diferencia a la hora de valorar el delito por parte de las partes implicadas en el proceso contra Sergej W., que fue detenido diez días después del atentado, tras ser vigilado por la Policía.

El acusado admitió desde el principio que fue él quien fabricó las bombas, las escondió en un seto próximo al hotel del equipo y detonó los artefactos cuando el autobús partió rumbo a su estadio para enfrentarse al Mónaco en la Liga de Campeones. Sergej W., que nació hace 29 años en Rusia y ahora sólo tiene la nacionalidad alemana, afirma, sin embargo, que no quería matar ni herir a nadie.

Su objetivo era extender el miedo y el terror, dijo el abogado defensor Carl Heydenreich en su alegato. Sergej W. no tenía intención de matar y, por lo tanto, "sólo" debe ser castigado por la explosión, declaró.

El único objetivo de este joven de 29 años, técnico electrónico de profesión, era bajar el precio de las acciones de Dortmund después de adquirir el mismo día del ataque 15.000 opciones de compra de títulos del Dortmund, el único club de la Bundesliga que cotiza en Bolsa, señaló.

El Fiscal General Carsten Dombert no cree ni una palabra de este alegato. Después de todo, Sergej W. había equipado cada artefacto explosivo con 65 clavos de metal, que había serrado y pulido especialmente en su lugar de trabajo, señaló.

Con la explosión la metralla salió lanzada por el aire y uno de los clavos entró en el autobús del equipo y se quedó atascado en un reposacabezas y otro aterrizó en la sala de estar de una casa vecina.

"Las bombas eran incontrolables", dijo Dombert en su alegato final. No se trata de que por suerte "sólo" el entonces defensa español del Dortmund Marc Bartra fuera herido en el brazo durante la explosión y que un policía en motocicleta sufriera un trauma, sino que el atentado fue un intento de asesinato que debe ser castigado con cadena perpetua, solicitó.

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