El director de la Clinica Mobile lamenta la falta de conciencia: "¿Deberíamos llevarlos a ver muertos?"

Europa Press | 21 mar, 2020 15:23

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

El director de la Clinica Mobile de MotoGP, el italiano Michele Zasa, ha asegurado que el mundo afronta "la Tercera Guerra Mundial" con la crisis del coronavirus y que por ello hay que ser estrictos con las medidas de protección, y ha lamentado la falta de conciencia de alguna gente, a la que tal vez le haga falta "ver a los muertos" para darse cuenta de la verdadera magnitud de la crisis sanitaria del COVID-19.

"Esto es la Tercera Guerra Mundial, la gente tiene que empezar a entenderlo", explicó en una entrevista al diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport. "He visto muchas cosas duras en mi vida como médico, pero aquí estamos más allá, aún no hemos alcanzado el pico, la situación es muy mala. Estamos en guerra. Recibimos llamadas, vamos a los hogares de las personas y casi siempre es por el COVID-19", añadió.

Zasa, especialista anestesiólogo, ha dejado momentáneamente su puesto en el Mundial de MotoGP para regresar a los servicios sanitarios de emergencia de Parma (Italia). "Los primeros en arriesgarse son los trabajadores de la salud, los voluntarios, los trabajadores de Protección Civil, que en muy poco tiempo tuvieron que estar preparados para una situación de emergencia absoluta", subrayó.

"Os aseguro que para todos nosotros es un estrés constante y muy alto, porque debemos seguir procedimientos muy estrictos para evitar el posible contacto con los pacientes", continuó, recalcando que los números de contagiados y muertos están "aumentando rápidamente".

Además, Zasa quiso destacar el gran número de pacientes jóvenes que están empezando a tener. "El verdadero problema ahora es ver a tantos jóvenes comenzando a sentirse mal. Si la gente pudiese ver la tragedia humana que supone tener que sacar a alguien de casa y llevárselo, arrebatándoselo a su familia...", apuntó.

Por ello, lamenta especialmente que la gente esté incumpliendo la orden de quedarse en casa. "Sin embargo, en las calles se ve gente sentada en bancos, caminando, corriendo. ¡Italia se ha convertido en una nación de corredores! ¿Deberíamos llevarlos a ver a los muertos? Luchamos contra un ejército invisible, pero muchas personas a las que no les importa se arriesgan a aumentar las infecciones. Y nosotros, los trabajadores de la salud, ya estamos agotados", dijo. "Hay momentos en que me gustaría coger a estas personas y llevarlas a las casas para ver cuando vamos a recuperar a los muertos", concluyó.

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