Un tanto en propia puerta del marroquí Bouhaddouz da a los asiáticos su segunda victoria de la historia en un Mundial
Un tanto en propia puerta del delantero Aziz Bouhaddouz en el minuto 95 ha ofrecido este viernes la victoria a Irán en su debut en el Mundial de Rusia (0-1), en un duelo en el que Marruecos propuso más en los primeros minutos y en el que la falta de puntería en la primera mitad marcó el desempeño de los dos combinados.
En el Estadio Krestovski de San Petersburgo, los de Hervé Renard lamentaron su falta de acierto en un primer tercio del encuentro en el que fueron superiores y desbordaron con claridad, pero el cuadro de Carlos Queiroz despertó para tratar de sorprender en un par de contraataques.
En la segunda mitad, la paridad se mantuvo, pero ya en el descuento, en un centro desde la izquierda, el ariete del Sant Pauli alemán trató de despejar e introdujo el balón en su propia portería. Así, permitía a Irán conseguir su segundo triunfo en la historia de los Mundiales, después del logrado ante Estados Unidos en Francia '98.
Con descaro y sin intimidarse, el combinado africano acechó una y otra vez la meta iraní en los primeros compases, monopolizando el juego en el Estadio Krestovski. Así, el delantero del Leganés Nordin Amrabat y El Kaabi llevaron peligro en dos disparos antes del minuto 10.
Sin embargo, los de Hervé Renard tuvieron la ocasión más clara en el minuto 19, en un barullo en el área con remates de Ziyech, Belhanda y el defensa de la Juventus Medhi Benatia que desbarataron la defensa y el guardameta de Numancia Munir. Irán respondió a la acción con una contra que se encargó de neutralizar el zaguero de la 'Vecchia Signora'.
Y es que el equipo asiático fue mejorando sus prestaciones con el paso de los minutos. De hecho, antes del descanso, el portero marroquí todavía tuvo que salvar a los suyos en un remate del ariete del Rubin Kazán Sardar Azmoun, el jugador más activo de los asiáticos.
La segunda parte trajo consigo también el desatino que reinó en la primera, e Irán fue descubriendo poco a poco que el flanco débil de los de Renard reside en la defensa. Cuando el tiempo ya se consumía, Bouhaddouz emergió entre la maraña de jugadores para cabecear, sin querer, el balón al fondo de las mallas de su propia portería. Irán consigue así la primera victoria del Grupo B y avisa a España, a la que se enfrentará en la segunda jornada.