El tenista suizo ha barrido a Rafa Nadal tras más de hora y media en la pista ante un sol de justicia
El suizo ha vuelto a demostrar que viene para quedarse este 2017 y ya suma su tercer título en lo que va de año. En esta ociasión, Federer ha vuelto a desplegar su virtuoso tenis en Miami dejando con las ganas a Rafa Nadal.
Otra vez, y ya van tres. Y las que quedan. Federer y Nadal han vuelto a regalarnos una tarde fantástica de intercambio de golpes. Y eso que ha sido la más descafeinada de los últimos tiempos. Tal vez por el calor, o por la humedad. O también que han tenido que sudar de lo lindo para acceder a la final de Miami y eso ha podido dejar constancia y huella en las piernas.
Federer se ha adjudicado una final en la que parecía que iba a medio gas, ante un voluntarioso Nadal, pero nada acertado en las decisiones importantes. Y sobre todo, lento de piernas. Decía en la previa que era fascinante que estuviese cara a cara contra Roger en Miami. Si se mira hace meses estar donde está el manacorí, es una auténtica quimera en esas fechas. El suizo, sin embargo, parece un chaval de 18 años. Con cabeza, con fuerza y con esa exquisitez que sólo la tiene él.
En el primer set, ambos comenzaron dubitativos y disponiendo de roturas que nunca llegaron, hasta que Federer se aprovechó de varios malos servicios de Nadal para llevarse un 5-3 que resultaría fatídico para el español. Con gesto serio, Rafa miraba a su grada intentando buscar explicaciones que nunca encontró.
Con aires renovados, tras previo paso por vestuario, el español intentó asfixiar a Federer, pero el suizo tenía todo de cara. Golpes que sólo él sabe hacer, la red en ocasiones y raquetazos mordidos minaron la confianza de Nadal que vio como en el 4-4 le hacía un nuevo break. Rafa quiso quemar naves en el resto, pero el tenista suizo se valió de su saque para levantar un nuevo título.