Ricardo Cavolo, Fernando Vicente y Ana Juan alertan del riesgo de "hacer 'fast food'" con la ilustración en España

"Ahora hay un consumo más rápido de todo y tenemos una prisa que antes no había, cuando se podía indagar tanto en el autor como en el libro", ha señalado Cavolo, quien ha instado a los nuevos ilustradores a "tener algo que contar". "Ahora con las redes sociales hay una fascinación por ser ilustrador estrella, como si hubiera un extra de circo", ha apuntado.

En esta misma línea, Juan ha pedido "reflexión y control" sobre la proliferación de autores, lamentando que "al final, casi todo el mundo acabe haciendo lo mismo". A esta queja se ha sumado Vicente, para el que hay "muchos cursos y se está generando mucha uniformidad". "Me preocupa y da miedo, porque todo lo que sube, baja de golpe", ha añadido.

Los tres ilustradores han participado en una mesa redonda en la librería Cervantes y Compañía de Madrid, organizada por Argoritmo, una plataforma digital dedicada a la venta de estampaciones de pintores e ilustradores. Los autores han abordado la salud económica del sector y, en especial, de los propios dibujantes.

"Vivo del prestigio. Desde que empecé, el trabajo me lo he generado yo: la sociedad no me ha ofrecido grandes ofertas de trabajo ni tengo solucionada la vida", ha asegurado Juan. Vicente va más allá al alertar sobre las escasas ventas de los libros ilustrados, pese a su proliferación. "Hace dos años, estos libros para adultos no existían y ahora todos quieren hacerlos, pero hay un problema: que no se venden", ha aseverado.

"TENGO QUE PAGAR FACTURAS"

Cavolo ha abordado los problemas que suponen para los ilustradores aceptar algunos encargos. "Hice una 'cápsula' para Zara y cuando salió, mucha gente se me echó encima por el tema de los derechos humanos. Hay un componente ético peligro, pero yo convivo con ello. ¿Cuántas personas pueden decir que no han llevado prendas fabricadas en condiciones infrahumanas? Además, tengo que vivir y pagar las facturas y la de mi hijo", ha señalado.

Lo que sí tienen claro todos ellos es el distanciamiento que existe con el sector 'oficial' del arte, empezando por las galerías. "Estamos huérfanos, tengo ya una exposición de pintura preparada y estoy sin galería, y no he ido a ferias, no conozco ese mundo ni lo he vivido", ha destacado.

"El formato de galería de hace 20 años afortunadamente está muerto", ha explicado Cavolo, quien apunta al "sinsentido" de hacer una exposición con obras de un artista que duren dos semanas, por ejemplo. "Lo ideal es alquilar un sitio por tu cuenta tres días e ir a piñón fijo: siempre es igual, la gente compra en la inauguración y quizás uno o dos días después, si se ha quedado con algo que le gusta. El resto no sirve para nada", ha indicado.

MUJERES ILUSTRADORAS

La explosión del 'metoo' y la llegada de numerosas ilustradoras también han copado parte de la mesa redonda. Juan ha reconocido que estaba "casi sola" en sus comienzos y ha lamentado que hubiese que pasar "por el filtro del mundo infantil" para poder salir adelante, algo que "afortunadamente" ha cambiado.

Por su parte, pese a celebrar esta proliferación femenina porque "ha habido mucha carestía" en años anteriores, Vicente considera que es "un sarampión que habrá que pasar" y que, en ocasiones, le ha echado atrás algún trabajo que ya tenía preparado porque "al contratante a última hora se le ocurrió que tenía que ser mujer" quien realizara el encargo.