Ramón Paso recupera al Drácula de Bram Stoker en una obra de teatro que reflexiona sobre el mito del vampiro en el cine

Europa Press | 08 ene, 2020 13:35
ep los actores jacobo dicenta e ines kerzan
Los actores Jacobo Dicenta e Inés Kerzan.TEATRO FERNÁN GÓMEZ

MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

El dramaturgo Ramón Paso ha recuperado en la obra de teatro 'Drácula. Biografía NO autorizada' la vida del célebre personaje de Bram Stoker para reflexionar sobre la vigencia del mito del vampiro en el cine, a través de una historia "con humor ácido y mucho amor" que transcurre en cuatro localizaciones en diferentes siglos.

Así lo ha explicado durante la presentación de la nueva versión, que se estrena este jueves 9 de enero en el Teatro Fernán Gómez de Madrid y en la que once actores dan vida a más de 30 personajes, donde el público podrá ver hasta el 9 de febrero esta historia de amor "para gente sensible" con dejes de "suspense sexy".

En la obra, Paso sitúa a Drácula, al que da vida Jacobo Dicenta, en su castillo de Transilvania en 1897 junto a Jonathan Harker -interpretado por Jordi Millán-; en la antigua Valaquia en 1462, enamorado de una princesa emparedada a la que da vida Inés Kerzan; en el Londres de 1898, fascinado por Mina -también interpretada por Kerzan- y enfrentado al profesor Van Helsing, en cuya piel se mete Juan Carlos Talavera; así como en el Madrid de 2020 convertido en una estrella del rock.

Además de los personajes que han acompañado a las diferentes versiones del vampiro, el guionista también ha introducido en esta nueva perspectiva, en la que presenta un Drácula "muy humanizado", algunos mitos vampíricos pertenecientes a otras novelas, como Erzsébet, interpretada por Lorena de Orte, y Merkaba, a la que da vida Laura de la Isla.

Las actrices Ana Azorín, en la piel de Alisande, una de las víctimas de Drácula; Ángela Peirat, que interpreta a Lucy; Ainhoa Quintana, que da vida a Josephine y a Sara, la esposa de Van Helsing; y los actores David DeGea, en el papel de John Seward; y Guillermo López-Acosta, que interpreta a Quincey Morris, completan el elenco protagonista.

Paso ha subrayado que la idea de llevar a cabo este proyecto reside en su pasión "de adolescente asmático que leía mucho" por los vampiros. "El personaje me llamó mucho la atención. Drácula es la esencia de todo lo que no se puede hacer, es la naturaleza contra el progreso y el tentador definitivo que se mete en tu casa y te lleva a hacer lo que no quieres hacer", ha matizado.

En esta línea, ha mostrado su agradecimiento al Teatro Fernán Gómez "por su sensibilidad" con esta obra, cuyo montaje ha sido "muy complicado" porque, a pesar de que se ha adaptado el Drácula de la novela y del cine a lo teatral "huyendo de efectos especiales", el guion es similar a uno de cine.

Así, ha destacado la importancia de la iluminación, al tiempo que ha explicado que los saltos de escena, en los que se pasa de una época a otra, se funden a través de la luz, así como que algunos personajes, como los que interpreta Kerzan, tienen hasta 20 cambios de vestuario.

"PRIMAN LAS CARAS CONOCIDAS POR ENCIMA DE LA CALIDAD"

Paso ha afirmado que esta producción "es muy arriesgada" porque el mundo del teatro está viviendo un momento en el que los productores priman las comedias y las caras conocidas en el reparto "por encima de la calidad y la inteligencia del producto".

"Se subordina el prestigio a las caras mediáticas. Estamos confundiendo el teatro con la tele y la publicidad, que es una cosa muy digna, pero no es arte", ha puntualizado.

De este modo, ha resaltado que en el teatro privado actual se nutre de cuatro actores "a ser posible conocidos", un hecho que, a su juicio, hace que se confunda la fama con el prestigio.

La obra cuenta, además, con actividades complementarias, entre las que destacan dos encuentro con el público al final de las funciones del 16 de enero y del 6 de febrero y el taller 'Interpretando a un vampiro. Lo sobrenatural en el teatro', que tendrá lugar los días 29 y 30 de enero y será impartido por el propio Paso y la actriz Ana Azorín.

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