La galería del 'Botticelli' protegido a la venta traslada varias "ofertas serias" a los propietarios

Europa Press | 07 oct, 2019 15:02
ep instalacion de la obra retrato de michel marullo tarcaniota de sandro botticelli en la feria
Instalación de la obra 'Retrato de Michel Marullo Tarcaniota' de Sandro Botticelli, en la feria Frieze de LondresTRINITY FINE ART GALLERY

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

La galería Trinity Fine Art, que ha albergado durante la feria Frieze de Londres para su venta el cuadro 'Retrato de Michele Marullo Tarcaniota' de Sandro Botticelli (1445-1510) y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), trasladará varias "ofertas serias" por la pintura a sus propietarios, la familia Guardans-Cambó.

"Hay varias partes interesadas y ya han presentado una oferta, que son trasladadas a la familia y ellos decidirán", han señalado a Europa Press fuentes de la galería, quienes no obstante han recordado que el proceso "podría llevar tiempo".

"Es lo normal para una pintura de esta relevancia", han añadido estas mismas fuentes, tras apuntar que el precio fijado de salida era de 30 millones de dólares (27,3 millones de euros). 'Retrato de Michele Marullo Tarcaniota' fue declarado Bien de Interés Cultural en 1988, lo que supone restricciones para su salida de España.

Tal y como explican desde la galería, este es el último Botticelli en manos privadas disponible en el mercado internacional. La obra estuvo colgada en el Prado durante más de una década, prestada por una notable colección española, y ha sido exhibida en el Met y otros importantes museos internacionales.

Marullo, un exiliado de Constantinopla después de que cayó en manos de los turcos, fue un reconocido poeta latino en la corte de los Medici, así como un mercenario que luchó contra los ejércitos de Cesare Borgia en Italia. Se cree que este retrato puede ser póstumo, posiblemente encargado por su esposa poco después de su muerte accidental por ahogamiento.

A diferencia de las obras anteriores de Botticelli vendidas en las últimas décadas, este retrato está pintado completamente por la mano de Botticelli. En aquella época, los retratos eran costosos en contraste con las imágenes religiosas producidas por el artista con asistentes en su taller.

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