El regulador responde a las últimas denuncias de la compañía de criptomonedas
Nuevo episodio en el drama legal entre Coinbase y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés). Según ha argumentado el regulador estadounidense, la criptobolsa sabía de sobra que su actividad podría violar las leyes federales de valores y, por tanto, ser objeto de una demanda por parte de la SEC.
"Coinbase, una entidad multimillonaria asesorada por sofisticados asesores legales, argumenta que no era consciente de que su conducta corría el riesgo de violar las leyes federales de valores, y sugiere que al aprobar la declaración de registro de Coinbase en 2021, la SEC confirmó la legalidad de las actividades comerciales subyacentes de Coinbase, en ese momento y para siempre. Pero las propias acciones de Coinbase desmienten estas quejas", señala la Comisión en un escrito presentado ante el Tribunal de Distrito para el Distritito Sur de Nueva York.
La SEC destaca que, "antes de convertirse en una empresa que cotiza en bolsa", la propia Coinbase "se basó en los mismos factores que siguen los tribunales federales para evaluar si la venta de criptoactivos en su plataforma calificaría como una transacción de valores". "En otras palabras, Coinbase adoptó el mismo marco jurídico como base para tomar decisiones de cotización que ahora afirma que no son aplicables a sus actividades. Coinbase también desalentó explícitamente a los emisores de criptoactivos de utilizar "declaraciones problemáticas" en sus materiales de marketing que están "tradicionalmente asociados con valores"", ha añadido el regulador.
De igual modo, la SEC subraya que, "desde que se convirtió en una empresa pública", Coinbase "ha informado repetidamente a sus accionistas del riesgo de que los criptoactivos negociados en su plataforma puedan ser considerados valores y, por lo tanto, que su conducta podría violar las leyes federales de valores, incluso en la misma declaración de registro que ahora señala como prueba de que la SEC supuestamente bendijo su conducta".
"Estas acciones muestran claramente que Coinbase entendía que las leyes de valores podrían aplicarse a su conducta y sabía qué normas considerar al evaluar la legalidad de su conducta, pero sin embargo tomó la decisión calculada de asumir este riesgo en nombre del crecimiento de su negocio", ha sentenciado el regulador estadounidense.
Así, la SEC señala que Coinbase ha admitido que "no está registrada y que su plataforma posee características clave que hacen de Coinbase una "bolsa", así como un corredor y una agencia de compensación con arreglo a la legislación aplicable". En este sentido cree que, si bien la criptobolsa dirigida por Brian Armstrong "insiste en que se dedica a la "venta de activos" y no a las transacciones de valores", la demanda presentada "alega hechos para establecer que al menos 13 de los criptoactivos que Coinbase pone a disposición para su negociación son contratos de inversión, y por lo tanto valores, bajo Howey, lo cual es más que suficiente" para demostrar los errores en el razonamiento de la plataforma.
El test de Howey es la prueba que utiliza la Comisión para determinar si existe un contrato de inversión y se está vendiendo un valor. Según esta prueba, existe un contrato de inversión si hay una inversión de dinero; esta se realiza en una empresa conjunta; dicha inversión se hace con la expectativa de un beneficio; y este beneficio se obtiene mediante el esfuerzo de otros.
Según la SEC, sus argumentos son "ciertos independientemente de la novedosa y forzada lectura de Coinbase de Howey, sus defensas equitativas sin mérito, y su impropia "Declaración Preliminar", que no es parte integrante de la Demanda y por lo tanto debe ser excluida". "Haciendo caso omiso de más de 75 años de ley dominante bajo Howey, Coinbase intenta construir su propia prueba de lo que constituye un contrato de inversión a partir de leyes anteriores a 1933 basadas en principios contractuales del derecho anglosajón ('common law')", apuntan.
"Coinbase presenta dos argumentos relacionados e igualmente erróneos: (1) un contrato de inversión debe ser o incluir un contrato formal de derecho consuetudinario; y (2) incluso si un criptoactivo se considera un contrato de inversión cuando es ofrecido y vendido por primera vez por un emisor, ese mismo activo no puede ser un contrato de inversión cuando se negocia entre no emisores en una plataforma como la de Coinbase porque las transacciones del mercado secundario que no involucran a su emisor son simplemente "ventas de activos". Ambos argumentos son erróneos", concluye el regulador.
Esta misiva llega como respuesta a la declaración preliminar de Coinbase en la que la criptobolsa aseguraba que la SEC no tenía competencia a la hora de regular los criptoactivos que cotizan en su plataforma. Según la compañía, las transacciones que tienen lugar en el mercado secundario de su plataforma se corresponden a lo que la SEC entiende como venta de valores.
Las demandas de la SEC sobre Binance y Coinbase afectaron negativamente a las criptomonedas en las primeras semanas de junio y, si bien continúan siendo un foco de preocupación, el sentimiento y la atención del mercado han virado hacia los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) presentados por BlackRock y otros actores institucionales.
En las últimas semanas, firmas como Berenberg, Citi o S&P han advertido de los peligros a los que se enfrenta Coinbase como resultado de su enfrentamiento abierto con la SEC. Por su parte, la compañía ha criticado abiertamente al regulador y ha alertado del peligro que supone su postura para el sector de los criptoactivos en EEUU, el cual podría quedarse rezagado tras los avances regulatorios en mercados emergentes como Hong Kong o Singapur.