John J. Ray III carga duramente contra Bankman-Fried ante el tribunal de quiebras
La quiebra de Enron sigue siendo uno de los mayores escándalos financieros de la historia. El 2 de diciembre de 2021, el gigante energético se declaraba en bancarrota con unos activos estimados en 63.000 millones de dólares y unos ingresos de más de 100.000 millones anuales. ¿El motivo de la caída? Unos cuantos kilos de maquillaje contable para engañar a sus accionistas. John J. Ray III supervisó la liquidación de Enron y ha asegurado que la quiebra de FTX, de la que es nuevo consejero delegado en sustitución de Sam Bankman-Fried, es todavía peor.
“Tengo más de 40 años de experiencia legal. He supervisado situaciones con supuesta actividad criminal y malversación de fondos de por medio. Nunca en mi carrera he visto un fracaso tan completo de los controles corporativos y una ausencia tan completa de información financiera fiable como ha ocurrido aquí”, ha sentenciado Ray en una declaración jurada ante el tribunal de quiebras de Delaware.
“Desde la integridad comprometida de los sistemas y la defectuosa supervisión reguladora en el extranjero, hasta la concentración del control en manos de un grupo muy pequeño de individuos inexpertos, poco sofisticados y potencialmente comprometidos, esta situación no tiene precedentes”, ha continuado el nuevo CEO de FTX.
Ray ha asegurado “no confiar” en la exactitud de los balances del quebrado ‘exchange’ y de su empresa hermana, Alameda Research, señalando que “no estaban auditados y se produjeron mientras los deudores (FTX) estaban controlados por el Sr. Bankman-Fried”. Asimismo, ha destacado que no da validez a los pocos informes financieros a los que ha tenido acceso, los cuales fueron realizados por una firma que se autoproclamó como la primera CPA en abrir una oficina en el metaverso, y que FTX “no guardaba registros ni controles de seguridad apropiados con respecto a sus activos digitales”.
Por si fuera poco, Ray ha denunciado que se utilizó supuestamente un software para ocultar el mal uso de los fondos de los clientes. Según el documento judicial, Alameda Research, el fondo de Bankman-Fried, estaba exenta en secreto de algunos aspectos de las políticas de ‘trading’ de FTX y se utilizó un único correo electrónico grupal no seguro para acceder a claves privadas y datos sensibles en todo el mundo.
Ray también ha señalado que los registros duraderos de la toma de decisiones son difíciles de conseguir ya que Bankman-Fried “se comunicaba a menudo a través de aplicaciones que se autoborraban en poco tiempo y pedía a los empleados que hicieran lo mismo”.
“Fondos corporativos del grupo FTX han sido utilizados para comprar casas y otros objetos personales a empleados y asesores. No parece haber documentación al respecto de que estas transacciones hayan sido préstamos y algunos bienes inmuebles han sido registrados a nombre personal de estos empleados y asesores en las Bahamas”, ha añadido.
Asimismo, el nuevo consejero delegado ha indicado que una “parte sustancial” de los activos de FTX puede estar "desaparecida o robada". Cabe recordar que en los últimos días se produjo un hackeo a la plataforma que se saldó con la sustracción de más de 600 millones de dólares. Según unas declaraciones de SBF para ‘Vox’, podría haber sido un antiguo empleado del ‘exchange’ o el resultado de un hackeo a un ordenador de un trabajador de FTX.
Según el documento, FTX ha localizado “solo una parte” de los activos digitales que espera recuperar durante el proceso de quiebra. Por el momento, la compañía ha asegurado unos 740 millones de dólares en criptodivisas en carteras frías fuera de línea, un método de almacenamiento diseñado para evitar los hackeos.
La SEC y el Departamento de Justicia de Estados Unidos están investigando a Sam Bankman-Fried y a sus colaboradores, así como a sus compañías, por un presunto mal uso de los fondos de los clientes. Asimismo, Washington trabaja con Bahamas para extraditar al "niño prodigio" de las criptomonedas.