Ultima una ley para permitir a las empresas que usen las 'criptos' en las transacciones internacionales
Varios acontecimientos se están sucediendo simultáneamente en relación al criptoespacio y al papel que la guerra en Ucrania está teniendo de cara a cambiar la percepción y adopción del bitcoin y otras criptomonedas. Rusia y la comunidad internacional parecen andar en círculos alrededor de las actividades económicas relacionadas con las ‘criptos’. El Kremlin está cada vez más dispuesto a aceptar el bitcoin como forma de pago, aunque delimitada a las empresas del país y a sus transacciones internacionales, mientras que Occidente, especialmente EEUU, cobra conciencia de la vía de escape que estos activos y la industria que generan puede representar para un Vladimir Putin aislado por las sanciones internacionales.
Sin duda, uno de los acontecimientos más relevantes de los últimos días ha sido el castigo económico de EEUU a una empresa de criptominería, Bitriver AG, un acontecimiento histórico ya que, por primera vez, un organismo gubernamental, en este caso el Tesoro de EEUU, ha incluido el universo de las monedas critográficas en sus sanciones a un país. Asimismo, EEUU ha expresado su preocupación de que Rusia pueda monetizar sus vastas reservas de petróleo y otros recursos naturales para la minería de criptomonedas, que requiere mucha energía, como una forma de recaudar fondos y evitar las sanciones.
Esta actuación del Tesoro estadounidense se produjo poco después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzara una advertencia sobre países como Irán o Rusia, que usan criptomonedas para evadir la presión económica de la comunidad internacional. "La advertencia del FMI ciertamente traerá más atención regulatoria a las compañías de cripto, los intercambios de cripto y la minería de cripto", comenta Naeem Aslam, hefe de análisis de AvaTrade.
Este escrutinio de las autoridades no es negativo per sé, comentan otros expertos, ya que elevan las criptomonedas al mismo nivel que otros activos y les otorgan un reconocimiento que, sin la guerra de por medio, podría haber tardado mucho más en llegar. “Después de que termine esta guerra, el dinero nunca volverá a ser el mismo y el bitcoin (si todavía existe) probablemente se beneficiará de todo esto”, afirmaba Zoltan Pozsar, ex funcionario de la Reserva Federal y del Departamento del Tesoro de EEUU.
A lo anterior se añaden las noticias de que Rusia está ultimando su ley sobre criptomonedas que podría legalizar las 'criptos' como una forma de pago para las empresas, lo que supondrá un cambio de paradigma importante. Según un escrito de la agencia tributaria del país, como comentarios al proyecto de ley de criptografía del Ministerio de Finanzas, “se permitirá a las personas jurídicas pagar por bienes, trabajos y servicios en virtud de contratos de comercio exterior y recibir ingresos de entidades extranjeras en monedas digitales". La futura ley sugiere regular la industria, poner límites al gasto anual de los inversores minoristas en criptografía y vigilar (además de gravar) a los mineros.
"Si a las empresas se le permitiera legalmente aceptar criptomonedas, ¡sería un cambio de juego!", exclama Lark Davis, creador de Wealth Mastery. "Permitiría a las empresas normales eludir la red SWIFT y el sistema bancario tradicional. Las implicaciones económicas de esta historia son potencialmente enormes", agrega. ”Esto tiene enormes implicaciones si el proyecto de ley final llega tan lejos como espero. Las ‘criptos’ podrían terminar siendo un salvavidas para la economía rusa”, enfatiza.
El mercado de criptodivisas en Rusia es enorme. El Kremlin estima que los rusos poseen unos 10 billones de rublos (124.000 millones de dólares) en activos digitales. Se desconoce la validez de estos datos pero, sin embargo, son una buena prueba de que los rusos están recurriendo a las criptodivisas como alternativa al rublo a medida que la moneda se desploma en respuesta al aislamiento económico del país.
Según datos de CryptoCompare, los volúmenes de negociación de criptomonedas denominadas en rublos alcanzaron los 111.400 millones de rublos (1.400 millones de dólares) en marzo, mucho más que en meses anteriores. La actividad ha disminuido en abril, con un volumen total en lo que va de mes de sólo 19.200 millones de rublos. Binance fue la bolsa más popular para el volumen de criptografía en rublos en marzo, con un 77% de las operaciones.
Mientras tanto, las cifras de la Universidad de Cambridge muestran que el país es una potencia en el campo de la minería de criptomonedas. En agosto de 2021, Rusia representaba alrededor del 11% de la potencia de procesamiento mundial utilizada para acuñar nuevas unidades de bitcoin, según el Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge, lo que la convierte en el tercer mayor centro de minería, por detrás de Kazajistán.
Dado que los disturbios políticos de Kazajistán provocaron cortes de Internet que dejaron fuera de servicio a los mineros de bitcoins, es posible que la cuota de Rusia en el sector sea aún mayor ahora.
“Para las personas que se encuentran en Rusia, el bitcoin ha servido de activo seguro”, señalan desde Wisdom Tree. El bitcoin no requiere almacenamiento físico, tiene una política monetaria fija y es altamente divisible. “En lugares donde no se dispone de dólares estadounidenses, bonos estadounidenses u oro, pero el sistema económico local y/o la moneda están colapsando, el activo crptográfico se convierte en una alternativa atractiva”, argumentan, Por lo tanto, en este contexto, “el bitcoin se perfila como el último recurso”, concluyen.