En países donde la inflación termine siendo persistente, va a ser atractivo adoptar la 'cripto'
En todas las predicciones de los analistas para el mercado de las criptomonedas en 2022 destaca la adopción del bitcoin como moneda de curso legal en otras jurisdicciones que sigan el paso dado por El Salvador. Sin duda, se considera un vector de crecimiento para la criptomoneda y para un mercado que se mantendría en la senda de una mayor institucionalización.
Además, estas afirmaciones no son un brindis al sol y hay países concretos que están en todas las quinielas como candidatos a seguir el ejemplo del gobierno de Nayib Bukele, que se convirtió en septiembre del año pasado en la primera y, por ahora la única, nación en oficializar el token digital. En latinoamérica, Panamá, Paraguay, Guatemala, Honduras y Bolivia han dado pasos en este sentido. Otras regiones como Tonga, Tanzania, Zimbabue y Turquía también aparecen en las quinielas.
El mismo Bukele predijo, en sus perspectivas para 2022 del mercado 'cripto', tuiteadas a sus 3,2 millones de seguidores en Twitter, que al menos dos países más adoptarían el bitcoin como divisa oficial. Asimismo, también se abonó a la corriente que espera que los ansiados 100.000 dólares para el criptoactivo se alcancen en 2022.
"Estoy seguro de que el joven e inconformista presidente Bukele, tiene razón en cuanto a que otros países adoptarán el bitcoin como moneda de curso legal en 2022", indica Nigel Green de deVere Group. Pero eleva su apuesta y apunta a que "es probable que otras tres naciones sigan el liderazgo pionero y orientado al futuro de El Salvador en la era digital", añade.
"Si se alarga el actual rally y seguimos viviendo este período de bonanza en el criptomercado, sin duda veremos más iniciativas como la de El Salvador por parte de otros gobiernos", agrega por su parte Ramiro Martínez-Pardo, CEO y cofundador de HeyTrade.
Los países de renta baja llevan mucho tiempo sufriendo porque sus monedas son débiles y extremadamente vulnerables a los cambios del mercado, y eso desencadena una inflación galopante. Por eso, la mayoría de los países en desarrollo dependen de las principales monedas del "primer mundo", como el dólar estadounidense, para realizar sus transacciones.
Sin embargo, la dependencia de una moneda extranjera también conlleva su propia serie de problemas, a menudo muy costosos. "Un dólar estadounidense más fuerte, por ejemplo, pesará sobre las perspectivas económicas de los mercados emergentes, ya que los países en desarrollo han asumido mucha deuda denominada en dólares en las últimas décadas", explica Green.
Es por ello que, al adoptar una criptodivisa como moneda de curso legal, "estos países cuentan inmediatamente con una moneda que no está influenciada por las condiciones del mercado dentro de su propia economía, ni directamente por la economía de otro país", argumenta el jefe de deVere.
A lo anterior, desde Van Eck añaden que los mercados emergentes "pueden encontrar el bitcoin útil como una herramienta monetaria, y una opción potencial para evitar algunos de los efectos secundarios negativos de confiar únicamente en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para recibir ayudas con la deuda".
Así, "según veamos más turbulencias en los mercados o en países donde la inflación termine siendo persistente o puede incluso dispararse, va a ser atractivo seguir el ejemplo del país centroamericano", elabora Martínez-Pardo. Y prevé este experto que "se seguirán institucionalizando las criptodivisas, ya sea adoptando la moneda digital o promoviendo distintas iniciativas que buscan hacer atractiva para la inversión extranjera entrar en esas regiones y comprar activos".
QUIÉN SERÁ EL PRÓXIMO
Por ciertos paralelismos con El Salvador, como su dependencia de las remesas -los envíos de los ciudadanos residentes fuera del país- Green apuesta por Panamá, Paraguay, Guatemala y Honduras.
El primero de esta lista parece estar más avanzado que el resto. Justo después de la adopción de El Salvador, en septiembre, anunció un proyecto de ley para que la criptodivisa sea de curso legal en el país. Además, el diputado Gabriel Silva tuiteó que esto podría crear empleos en Panamá y atraer inversiones de otras naciones.
El gobierno de Zimbabue también estudia iniciativas de este tipo, mientras que en Paraguay el diputado Carlos Rejala, también aboga por una legislación benigna con el bitcoin y otras 'criptos'. Alega que, si se consigue atraer la inversión de un sector que mueve miles de millones de dólares, el PIB de Paraguay puede aumentar enormemente. En concreto, el gobierno se halla ultimando un proyecto de ley de criptomonedas que tiene como objetivo fomentar el crecimiento de las actividades de minería mediante el uso del excedente de electricidad generado en el país.
En cuanto a Honduras, el país cuenta con el llamado proyecto de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) en el cual la ZEDE de Roatán anunció hace pocas semanas la aprobación de criptomonedas para realizar pagos en esa región. El Banco Central de Honduras informó asimismo que harían pruebas y estudios relacionados para confirmar la viabilidad de su uso.
Turquía, en cambio, parece no tener las cosas tan claras pese a que la elevada inflación le convierte en un firme candidato y su parlamento también tiene pendiente aprobar una ley de criptoactivos.