Stefan Thomas recibió 7.002 bitcoin en 2011 y no puede acceder a ellos
El bitcoin ha vuelto a convertirse en noticia en las últimas semanas. A pesar de la volatilidad de la criptomoneda, es indudable su aumento de valor desde que irrumpió en el mercado. Ahora imagina tener un número elevado de bitcoin en un monedero digital cuya contraseña no recuerdas. Eso le ha sucedido a Stefan Thomas.
Stefan Thomas, un programador de origen alemán que vive en San Francisco, recibió 7.002 bitcoin por parte un fanático de la criptomoneda a cambio de hacer un vídeo en 2011.
Estos bitcoin están almacenados en un pequeño disco duro, conocido como IronKey que, para acceder a él, se necesitan unas claves digitales. Stefan apuntó estas claves en un papel cuya localización desconoce. IronKey le permite hasta 10 intentos de inicio de sesión, antes de que se incaute y que su contenido se encripte para siempre, y Stefan Thomas ya ha gastado 8 de ellos sin resultado positivo.
Por poner en contexto la situación, a inicios de año, el precio de la criptomoneda se elevó como consecuencia de la crisis EEUU-Irán, llegando a superar la importante resistencia de los 8.500 dólares, nivel donde los expertos fijan un cambio de tendencia y denotan “mayor solidez en el mercado”.
Actualmente, la ‘cripto’ batalla con los 46.000 dólares, pero ha llegado a marcar máximos históricos por encima de 58.000 dólares. Existen numerosos expertos que se cuestionan la sostenibilidad del precio por encima de 50.000 dólares, mientras que muchos otros ven la cifra de los 100.000 dólares como el destino de la actual carrera alcista. Es el caso de José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamania. "Las fuertes caídas del bitcoin, una gota en el inmenso océano alcista de fondo", explica el experto.
El bitcoin ha hecho ricos a muchos de sus poseedores en poco tiempo, incluso durante la pandemia de coronavirus, que ha asolado la economía mundial.
“Me acostaba en la cama y pensaba en ello. Luego iba al ordenador con alguna estrategia nueva, y no funcionaba, y volvía a estar desesperado”, afirmó el afectado en una entrevista concedida a The New York Times.
El único consuelo que podría quedarle a Thomas es que no está solo en el mundo. Según la empresa de datos de criptomonedas Chainalysis, de los 18,5 millones de bitcoin existentes, en torno a un 20% de ellos están en carteras perdidas o varadas, lo que supone varios miles de millones de dólares perdidos. Mal de muchos...
Wallet Recovery Services, empresa que se dedica a recuperar claves digitales perdidas, afirmó que había llegado a recibir 70 solicitudes al día de personas pidiendo ayuda para recuperar sus riquezas.
Algo así le pasó también a Brad Yasar, un empresario de Los Ángeles, que posee miles de bitcoin almacenados en ordenadores cuyas contraseñas perdió hace años. "A lo largo de los años diría que he pasado cientos de horas tratando de volver a estas carteras", afirmó el empresario.
La peculiaridad del bitcoin es que no tiene ninguna empresa que proporcione o almacene contraseñas, como sí sucede por ejemplo con PayPal. Satoshi Nakamoto, creador de la criptomoneda, afirmó que la idea central de la misma era permitir a cualquier persona del mundo abrir una cuenta bancaria digital y guardar el dinero de forma que ningún gobierno pudiera impedirlo o regularlo.
Esto es posible gracias a la estructura del bitcoin, que se rige por una red de ordenadores que acordaron seguir un software que contiene todas las reglas de la criptodivisa. El software incluye un complejo algoritmo que permite crear una dirección, y una clave privada asociada, que solo conoce la persona que ha creado el monedero digital.
Este software también permite confirmar la exactitud de la clave para permitir las transacciones, sin ver o conocer la propia clave. En resumen, el sistema permite que cualquiera pueda crear un monedero bitcoin sin tener que registrarse en una institución financiera ni pasar por ningún tipo de control de identidad.
Es por esto por lo que el bitcoin también ha atraído la delincuencia, ya que se puede utilizar el dinero sin revelar la identidad de los delincuentes. Igualmente, habitantes de países con gobiernos autoritarios como China o Venezuela, han comenzado a usar la criptomoneda, ya que sus gobiernos son conocidos por asaltar o cerrar las cuentas bancarias tradicionales.
Muchos empresarios han visto una oportunidad de negocio en la frágil memoria de muchos poseedores de criptomonedas. Así, Diogo Monica, cofundador de Anchorage, afirma que “incluso los inversores sofisticados han sido completamente incapaces de hacer cualquier tipo de gestión de las claves privadas”. Su start-up comenzó en 2017, ayudando a las empresas a manejar la seguridad de las criptomonedas.
Por otro lado, el hecho de que estas criptomonedas se almacenen en ordenadores es la posibilidad de perderlas con un simple formateo. Eso le sucedió a Gabriel Abed, un empresario de 34 años de Barbados, que perdió unos 800 bitcoin cuando un amigo suyo decidió formatear un portátil que contenía las claves privadas de un monedero de bitcoin.
Sin embargo, Abed decidió continuar con su inversión, ya que, según afirmó, en Barbados es casi imposible conseguir una simple cuenta de PayPal. "El riesgo de ser mi propio banco viene acompañado de la recompensa de poder acceder libremente a mi dinero y ser un ciudadano del mundo: eso merece la pena", declaró.
En el caso de Stefan Thomas y en el de Gabriel Abed, las pérdidas que les ocasionó un mal uso de las claves se han visto recompensadas por las grandes ganancias que actualmente están teniendo de aquellos bitcoin que pudieron conservar.
Respecto a los bitcoin inaccesibles de Thomas, ha declarado que ha decidió poner el disco duro IronKey en un lugar seguro (cuya localización solo él conoce), a la espera de que los criptógrafos den con nuevas formas de descifrar contraseñas complejas. Según dijo a The New York Times, “mantenerla lejos te ayuda a intentar no pensar en ella”. “Llegué a un punto en el que me dije: Déjalo en el pasado, solo por tu propia salud mental”, afirmó apesado.