Los apalancados han sufrido más que nadie y las empresas han entrado en pánico
El mercado de las criptomonedas ha vivido un auténtico lunes negro esta semana, que trae ecos del primero de todos, en 1987. El 13 de junio, vimos cómo el bitcoin y el ethereum caían un 18% y un 20%, respectivamente. Fue el mayor desplome de un día para las dos criptomonedas desde diciembre de 2021 y el panorama del mercado es actualmente desolador. No obstante, los expertos creen que se pueden extraer lecciones y consejos de lo vivido esta semana en los criptoactivos.
Con el bitcoin a las puertas de los 20.000 dólares y el ethereum de los 1.000, “las condiciones actuales del mercado de las criptomonedas solo pueden describirse como extremas, ya que las correcciones en curso han hecho caer el precio de las principales criptomonedas a niveles que no se habían visto en casi dos años”, comenta Alejandro Zala, country manager de Bitpanda en España. Durante este declive, la capitalización total del mercado ha caído casi a los 850.000 millones de dólares, lo que supone un descenso de más de 2 billones de dólares desde el máximo.
En este contexto, el Cripto Índice de Miedo y Codicia, que tiene en cuenta varios factores para determinar las condiciones generales entre los inversores, se desplomó a 7/100. “La última vez que estuvo tan bajo fue en agosto de 2019. En ese momento, el bitcoin estaba luchando por mantenerse por encima del nivel de 10.000 dólares y el indicador tocó fondo en 5/100, que fue el mínimo absoluto de todos los tiempos rastreado por este índice”, recuerda Zala.
La situación vivida desde el pasado lunes recuerda a la histórica caída del Dow un 22% el 19 de octubre de 1987. En ese momento, las tensiones entre Estados Unidos e Irán estaban aumentando. El Golfo Pérsico era un polvorín. Si a esto le añadimos el aumento de los precios del petróleo, los tipos de interés y la inflación... el mercado estaba preparado para una caída rápida y brutal.
“Cuando los mercados se desplomaron, los corredores de bolsa hicieron "llamadas de margen" (‘margin calls’) exigiendo dinero adicional a los inversores para cubrir las pérdidas de la cartera”, recuerda Teeka Tiwari de Palm Beach Research. Y prosigue: “Muchos inversores no pudieron cubrir esas pérdidas. Eso llevó a la liquidación forzosa de sus posiciones. Y la venta forzada engendra precios más bajos... que engendra más venta forzada. Era un círculo vicioso”.
Dice el experto que al igual que en 1987, las criptomonedas y las acciones están siendo golpeadas por el aumento de los precios del petróleo, las subidas de los tipos de interés, la inflación por las nubes y la incertidumbre geopolítica. “Y la brutal venta está llevando a liquidaciones forzadas”. “Dado que las criptomonedas son mucho más volátiles que las acciones, las liquidaciones forzadas son mayores”, agrega en una columna semanal enviada por correo electrónico.
“Y esto se debe a que hay muchos inversores en el mercado que asumen riesgos increíbles para enriquecerse con las ‘criptos’”, afirma. “Algunos están utilizando un apalancamiento de 10 a 20 veces en sus posiciones en el bitcoin”, se sorprende, por lo que indica que el apalancamiento en los mercados bajistas se convierte en una auténtica “matanza”. “Es genial cuando los precios de los activos están subiendo”, explica, “pero cuando baja, es como un castillo de naipes. Las liquidaciones forzadas de los operadores apalancados hacen que los precios se desplomen”.
“Pero mientras esos inversores ven cómo se hunden sus posiciones apalancadas... hay otro grupo de inversores ricos realmente inteligentes y locos. Y algunos de ellos tienen miles de millones de dólares a su disposición”, explica Teewari. Este grupo, cuando se enteran de estas posiciones masivas y apalancadas “simplemente bajan las ofertas o se ponen en corto. Aplastan los largos apalancados. Y cuando bajan el precio pueden entrar de golpe y aumentar sus tenencias de bitcoins a bajo precio”, explica.
El experto prosigue explicando que mientras tanto, las empresas que proporcionan apalancamiento a los largos “comienzan a entrar en pánico”. “Y tan pronto como ven el colapso de la oferta cierran las operaciones de sus clientes. Esto crea un círculo vicioso que se autoperpetúa y que no se detiene hasta que se agota. Por eso se pueden ver caídas masivas del 10-50% en bitcoin en tan poco tiempo”.
Reconoce el opinador de Palm Beach Research que “nadie sabe cuándo terminará la actual oleada de ventas”. Pero cree que “nos acercamos a un fondo de mercado”. Según los ciclos de ‘halvings’ (reducción a la mitad de la recompensa de minado del bitcoin) el suelo aún puede tardar medio año en llegar, ya que el 70% de corrección que acumula la reina de las criptos aún no es nada comparado con el 80% que ha rectificado en otras ocasiones.
Eso sí, Tiwari llama a estar muy atentos porque “en cuanto empiecen las subidas, serán mayores que en el ciclo anterior”.