El meteórico ascenso de la popular criptodivisa puede poner patas arriba el sistema monetario
"El oro ha muerto". Lo dice el popular inversor Tim Draper y se dirige especialmente a Peter Schiff, uno de los cada vez menos nombres que siguen creyendo en el otrora activo refugio por excelencia. El imparable ascenso del bitcoin no ha dejado indiferente a nadie pero, ¿ha llegado realmente para quedarse? ¿Tiene opciones de ser el 'nuevo dinero'?
"Desde la perspectiva europea, debido a la falta de necesidad de cambiar el euro de uso diario por una moneda digital, el camino es muy largo, aunque debido a la pandemia se ha multiplicado el uso de las tpv virtuales, pagos mediante el móvil o gadget semejantes", reconoce Fernando Molina, CEO de Territorio Blockchain, en declaraciones a Bolsamanía.
"En otros países, y sobre todo en el hemisferio sur, el uso de bitcoin como alternativa real es un hecho contrastado en el día a día, ya que es la mejor herramienta contra la hiperinflación y las erróneas decisiones económicas de muchos países como Argentina, Venezuela o recientemente Chile", apostilla.
Molina apunta que el bitcoin "no se convierte en un mero valor, sino en la moneda con la que poder sobrevivir a estas crisis monetarias sistémicas que tiene Latinoamérica". En este sentido, ve en la criptodivisa "una ayuda a la bancarización de las clases bajas y medias-bajas, que ven imposible acceder a una cuenta corriente en el banco, pero, todos tienen smartphone que les sirve para salvaguardar sus ahorros (en 'wallets' o carteras de bitcoins) y poder mejorar en su día a día".
Al ser preguntado sobre esta misma cuestión, Ángel Luis Quesada Nieto, CEO de Onyze, empresa de custodia de activos digitales o criptomonedas, expresa sus dudas a este medio: "No creo que, a día de hoy sea factible que se pueda convertir en dinero "de verdad".
Para ello, cree que el bitcoin debería cumplir tres requisitos: depósito de valor, medio de pago y unidad de cuenta. Según su criterio, la popular cripto solo cumple el primero, y los dos últimos "están todavía lejos de cumplirse". Eso sí, no descarta que "en los próximos años si llegue a ser una alternativa real al dinero y, sobre todo una alternativa real en Internet, donde las compras internacionales se harán directamente con bitcoins".